El fenómeno climático del cual muchos hablan, denominado Niño es analizado mediante El Niño-Southerm Oscillation, o bien en con sus siglas ENSO, un patrón climático erráticamente cíclico que implica cambios en la temperatura de las aguas marinas en la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial. En períodos que van de tres a ocho años, las aguas superficiales de una gran franja del Océano Pacífico en las zonas del ecuador, se calientan o enfrían entre 1°C y 3°C, en comparación a la normal. Este calentamiento oscilante y el patrón de enfriamiento afectan directamente a la distribución de las precipitaciones en las zonas tropicales y puede tener una fuerte influencia sobre el clima en otras partes del mundo.

La ocurrencia de este evento natural desencadena grandes variaciones en la producción  de granos en el mundo. Por lo general, ocasiona una baja en los rendimientos de maíz, trigo y arroz a nivel global, pero no así de las oleaginosas, que en el historial se vieron favorecidas.

A nivel internacional, el fenómeno de Niño produce sequías sobre el sudeste de África, Sur de Asia, en Indonesia, en Australia y algunas partes de América Latina (centro y norte de Brasil). La ocurrencia de este evento podría generar alzas en los precios de diferentes productos derivados del sector agropecuario. En el supuesto caso que se experimente este acontecimiento en Australia, podría generar mermas en la producción de trigo siendo este país el séptimo mayor productor y quinto exportador del mundo. A su vez, en países cercanos, como Indonesia, principal productor, exportador y consumidor de aceite de Palma, por lo que la ocurrencia de este evento podría generar alzas en los precios de los aceites, uno de ellos el de soja.

En el plano local, el acontecimiento de Niño podría afectar el cultivo de trigo. Si bien ya se pueden verificar las buenas condiciones hídricas de los perfiles en gran parte de la zona agrícola para su correcta implantación, hay zonas en donde existen excesos hídricos. Pero el inconveniente mayor podría darse en cosecha, ya que la alta frecuencia de precipitaciones en período de llenado, ocasiona grandes pérdidas por calidad. Al momento no se ha podido verificar si hay correlación entre este evento y mermas en la producción de trigo, ya que en las últimas 4 campañas donde el fenómeno ocurrió, en dos de ellas se obtuvo un aumento significativo en la producción mientras que en las demás el resultado fue el opuesto.

En cuanto a los cultivos estivales, observando el gráfico adjunto, tanto en soja como en maíz, en los años Niños se obtuvieron buenos rendimientos. Por lo que se puede estimar que suceda una buena cosecha para la próxima campaña en ambos cultivos de presentarse este fenómeno. Contrariamente, en las campañas donde ocurrió el efecto Niña, la cosecha tuvo mermas considerables.

 

Producción de Soja y Maíz en Argentina

 

Fuente: Globlatecnos sobre la base USDA y ENSO.

 

Para la próxima campaña, según datos publicados por "ENSO clima", varios modelos de estimación marcan una tendencia de que ocurra Niño con una probabilidad del 65% para el siguiente verano. Asimismo, siguiendo los datos de temperatura de las aguas marinas del océano pacifico a la altura del ecuador, se puede destacar que las mismas van ascendiendo de manera similar a misma fecha del año pasado, pero los modelos estiman que para dentro 6 meses aproximadamente las temperaturas serán más elevadas a las experimentadas en el año anterior, por lo que se espera una campaña 2014-15 con "Niño".

En conclusión, si este evento ocurre y deriva en una buena producción de soja y maíz en Sudamérica sumado a la expectativa de excelente cosecha en Estados Unidos, podría caber la posibilidad de que los precios se vean disminuidos entrando en la próxima campaña.