Los futuros de la soja en Chicago experimentaron ayer una fuerte
recuperación, de 2,5% o 13 dólares por tonelada, ante un incremento de la
demanda china sobre los subproductos de la oleaginosa. Así, los contratos a
julio, los más activos, terminaron la jornada en u$s 553 la tonelada, tras
experimentar la mayor mejora diaria en ocho meses.
Las mejoras externas otra vez tienen como eje el ajustado stock de final de
campaña que registra Estados Unidos, ante la alta demanda internacional,
principalmente desde China. Ayer se conoció que el gigante asiático compró en
abril 53% más que el mismo mes de 2013 de soja estadounidense y que el primer
cuatrimestre cerró con un alza de 32% interanual para esas mismas operaciones.
La alta demanda de soja sin procesar, y también de derivados, china es
consecuencia de una fuerte alza que registraron en los precios de la carne de
cerdo y productos avícolas en el gigante asiático, por lo que el gobierno chino
resolvió importar más grano y oleaginosas para abaratar la alimentación animal.
Así, los fondos especulativos salieron a tomar posiciones en soja: compraron
unos 10.000 contratos, la mayoría de posiciones cortas (correspondientes al año
agrícola que finaliza el 31 de agosto próximo).
Las alzas externas no tuvieron réplica a nivel local, donde los precios que se
ofertan por la soja disponible y de entrega cercana están influenciados por
estos días por las malas condiciones climáticas, que dejaron caminos rurales
intransitables, cosecha paralizada y poca mercadería en el circuito comercial.
La soja disponible en Rosario cerró ayer a u$s 326 la tonelada, un nuevo
máximo por tercer día consecutivo para esa posición, 0,46% por encima del día
previo, aunque los negocios fueron bien limitados: apenas unas 13.000 toneladas
negociadas, contra las 30.000 del martes y las 80.000 toneladas del lunes.
La situación responde, de acuerdo con analistas consultados por El Cronista, a
una combinación de problemas para entregar la producción y la incertidumbre que
se apoderó de todos los sectores en los últimos días con la nueva escalada del
dólar blue y las expectativas de una eventual nueva devaluación del peso para
los próximos meses.
No obstante el costado financiero, los problemas derivados del clima están
generado profunda preocupación en el mercado. Para hoy se esperan los informes
semanales de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y de la Guía Estratégica del
Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario sobre avance de la cosecha y
perspectivas productivas.
Ambas entidades elevaron en las últimas semanas sus estimaciones de producción
sojera para esta campaña por encima de las 55,5 millones de toneladas. Hasta la
semana pasada, faltaba cosechar más del 25% del área total sembrada con soja. Y
las lluvias que afectan la región productora impidieron que se pueda continuar
con esas tareas.
Una recorrida de especialistas por la zona oeste bonaerense, donde en general se
obtienen los mejores rindes, dio cuenta que el exceso de humedad afectó la
calidad de muchos lotes de soja. También remarcan que la cosecha en esa región
está muy atrasada. La situación es complicada, en el oeste falta cosechar el
50% de la producción, comentó a El Cronista el analista y corredor de granos
Ricardo Baccarin, quien agregó que una situación similar se registra en Entre
Ríos.
A la excesiva humedad, y los caminos anegados, se suma la llegada del clima frío, que puede terminar de propinarle un golpe directo al rendimiento de los cultivos que todavía esperan por ser cosechados. Los analistas consideran que seguramente caerá la producción total por el efecto climático. Aunque no consideran que la caída sea drástica, la mayoría cree que habrá mermas.