Hemos cerrado una quincena donde los altos valores de humedad relativa se han impuesto con persistencia en promedios muy elevados que, independientemente de los eventos pluviales, siempre han favorecido los amaneceres con nieblas o con un fuerte nivel de rocío. Estos aportes menores sostienen la humedad superficial de los suelos, aún donde en las últimas semanas la franja central viene mostrando sectores con bajos niveles acumulados de lluvia.
A lo largo de la última semana, el período de mayor inestabilidad se observó cambiando del domingo para el lunes en el centro de SF y el noroeste de ER y en la noche de ayer en áreas del noreste de BA. En el resto de la región pampeana los acumulados pluviales se fueron sumando a partir de la sucesión de jornadas de lloviznas dispersas y alternadas que se fueron concretando, siempre bajo la presencia de nubes bajas dispuestas a generar este tipo de precipitación. La insolación fue pobre y debido a los largos períodos con coberturas nubosas, la amplitud térmica también se vio disminuida. El comportamiento térmico en general se viene presentando con pocas variantes, pero con tendencia a superar los valores normales.
El balance hídrico se ha visto algo resentido en la última semana en sectores del sur de ER y las vecindades de SF a pesar del ambiente húmedo y las complicaciones que el mismo trae para terminar las tareas de cosecha.
Si consideramos que la mayoría de los campos ya están en barbecho o con rastrojos que fortalecen la conservación de humedad en las capas superficiales, la situación es igualmente favorable a gran escala. Es altamente probable que el perfil de suelo y la capa superficial cuente con la humedad necesaria como para arrancar la fina. Eventualmente la necesidad de precipitaciones es baja y en todo caso puede ser satisfecha en el corto plazo. En conclusión, si bien hay sectores que en la franja central han visto retroceder algo la humead del suelo a lo largo de las últimas cuatro semanas, esto no es un indicador preocupante para las siembras.
Entendemos que si en las próximas dos semanas las lluvias toman los departamentos del sur de ER y las vecindades del sudeste de SF con una oferta del orden de los 20 milímetros, la capa superficial estará en óptimas condiciones para la siembra. Este escenario no es demasiado exigente e incluso puede comenzar a cumplirse este fin de semana. En el mapa de necesidades hídricas predomina la nula necesidad de precipitaciones para mantener reservas adecuadas a óptimas. Es decir vastos sectores de la región pampeana, no necesitan lluvias para alcanzar el comienzo de junio sin problemas en la disponibilidad de humedad del suelo.
A esta altura del otoño sería favorable que las masas de aire frío comiencen a llegar con mayor presencia sobre la franja central, la continuidad del aire húmedo puede generar un riesgo aumentado de que se vuelvan a observar eventos pluviales destacados. En ese sentido lo más apropiado sería que las masas de aire frío y seco comiencen a imponerse en forma de pulsos progresivos que vayan retirando el aire con mayor contenido de humedad hacia el extremo norte del país, promoviendo una transición que no sea abrupta. Una irrupción de aire frío muy potente sobre la masa de aire que actualmente domina la región pampeana, podría generar sistemas precipitantes fuera de época y con volúmenes que pueden ser perjudiciales. La evolución del tiempo en los próximos veinte días es muy importante en ese sentido.
- Por CCA - exclusivo Agrositio
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