Los días tristes y grisáceos suelen predominar en esta época del año. Y por lo visto, ésta no será una excepción.
La zona núcleo está en descanso. No sólo por los días malos sino también porque prácticamente la cosecha ha finalizado.
Quedarán, sin duda, algunos bajos y unos pocos remolones. En esta partida están quienes no pudieron guardar para semilla y lo quieren hacer ahora. Pero el clima no les permite actuar.
El riesgo es grande porque el otoño suele venir con mucha humedad.
De acuerdo a los pronósticos, vienen más días desagradables, con neblina y bancos de niebla. Además, la velocidad del viento, muy reducida, contribuirá a la permanencia de este tipo de fenómeno.
Así están las cosas en la zona. Apenas un 3 ó 4% de la superficie sembrada con soja de primera resta por trillar.
Los caminos están mejorando. De esta forma, los camiones se dirigen a los puertos. Pero algo llama la atención: los silos bolsas no se muestran como en otros años. ¿Por qué?
¿El volumen es menor al de otros años? Efectivamente, aún cuando se sembró más.
¿Hay mayor premura por mandar la mercadería al acopio? Probablemente. Muchos no aguardaron a que la soja baje a la humedad necesaria para guardar la en silo bolsa; y la fletaron a las plantas de acopio para su secado.
Algunos organismos calculan un rinde promedio de 33 QQ por hectárea.
Nosotros preferimos apostar a 30 QQ. Aún cuando se verifique el primer número, la realidad cruda es que se trata del peor promedio de los últimos años.
Por ello, la región tendrá una menor proporción sobre el total.
En respuesta a este cuadro por cierto inédito, prácticamente, los arrendamientos accidentales sufrirán el impacto no sólo en la zona sino también en la superficie total.
Aunque haya zonas con excelentes rindes, la región núcleo debería continuar ejerciendo su papel de guía del mercado.
Para sorpresa de muchos Salta, Tucumán, Santiago del Estero y Chaco podrían llegar a un rinde promedio de 23 ó 24 QQ.
Los destacados rindes registrados en el norte y en la provincia de Córdoba, fundamentalmente el este y el sur, no lograrían revertir la tendencia negativa a la hora de establecer los valores de los arrendamientos.
Porque estas zonas tienen un comportamiento más aleatorio a diferencia de la región núcleo que muestra menor volatilidad en los rindes.
Para colmo, las tasas de interés se revelan en escalones mucho más elevados que en anteriores campañas.