El diputado socialista, Omar Barchetta, presentó un proyecto de ley para reemplazar la actual ley de semillas (20.247) que lleva cuarenta años de vigencia desde la dictadura de Alejandro Agustín Lanusse en 1973, según informó el portal El Enfiteuta
Barchetta, que fue segundo de Eduardo Buzzi antes de asumir su banca por Santa Fe en 2011, ya había presentado la propuesta legislativa hace dos años cuando la FAA cumplió su primer siglo de vida, pero la iniciativa perdió estado parlamentario sin haber sido tratada.
En palabras del autor, la nueva norma propuesta “profundiza los conceptos y alcance de la actual ley de semillas, afirmando expresamente que la democratización del conocimiento sea de orden público”.
El principal eje de conflicto que se dirime sobre semillas, y que hasta la fecha impidió la sanción de una nueva ley pese al advenimiento de la biotecnología que revolucionó el concepto de semillas, pasa por el “uso propio” de la simiente por parte del agricultor.
La normativa actual permite al productor reservar libremente de su cosecha la semilla y volver a utilizarla en otra campaña sin necesidad de comprar ni de pagar derechos de propiedad a su obtentor.
Desde el sector semillero se intenta modificar la ley actual para que el uso libre de semilla quede circunscripto a los productores más pequeños, ya que en los últimos 40 años no solamente cambió la tecnología semillera sino también el perfil del productor.
A su favor, los semilleros critican como empresas súper profesionalizadas del agro se aferran a los beneficios de la ley mediante el concepto de “uso propio” que se supone estaba pensado hace cuatro décadas para el chacarero y no para un fondo de inversión y/o un pool de siembra que produce decenas de miles de hectáreas.
La legislación sobre semillas, en virtud del uso propio, viene fracasando desde la aparición de la soja RR a mediados de los noventa cuando las empresas obtentoras emprendieron la tarea de intentar modificar, eliminar o al menos restringir el concepto de “uso propio”, pero hasta ahora infructuosamente.
El caso es que Barchetta, cuya opinión es claramente a favor del uso propio irrestricto, consolida esa posición en su proyecto de ley acompañado por el grueso del bloque Socialista incluido el presidente Juan Carlos Zabalza, así como diputados del GEN y de Unión Popular.
“Un agricultor podrá reservar y usar libremente en su propia explotación, y sin límite de volumen, cualquier variedad vegetal inscripta, solo cuando dicha reserva y uso provenga de la multiplicación de semilla legalmente adquirida y este destinada por el agricultor a ser sembrada exclusivamente en su propia explotación y para su propio uso”, señala el proyecto.