Si bien todavía no hay en el país productos registrados para controlarla, en Brasil se usan los productos a base de diamidas. El ingeniero agrónomo José María Lezcano, del Servicio Técnico de Syngenta NOA, responde sobre el tema.
San Miguel de Tucumán, abril de 2014. Con la soja a poco de ingresar en su
etapa más crítica –llenado de granos– tanto en el NOA como en el NEA, aumentan
los reportes sobre ataques de la Helicoverpa armigera, una plaga inesperada que
ya ha comenzado a provocar daños en la producción. Por estos días, en la
Estación Experimental Obispo Colombres, la Facultad de Agronomía de Santiago del
Estero y la Universidad Nacional de Tucuman (UNT) trabajan en conjunto con
empresas privadas para determinar la incidencia de esta plaga y obtener
información clave que permita defender los cultivos.
La Helicoverpa armigera ataca a más de 180 especies, entre las que se incluyen algodón, sorgo, maíz, soja, tomate, garbanzo, girasol, diversos árboles frutales y especies silvestres. Con el propósito de aportar soluciones en esta campaña, el ingeniero agrónomo José María Lazcano, integrante del equipo de Servicio Técnico Syngenta en el NOA, recomienda algunas medidas para el manejo de la plaga.
¿Cómo ingresó al país y cuáles son los riesgos potenciales de esta plaga?
El riesgo es muy importante en el caso de que se naturalizara en la región. Se trata de una plaga que genera pérdidas millonarias en los cultivos en los países donde tiene presencia y es difícil de controlar por su tolerancia a insecticidas. La Helicoverpa armigera se encuentra ampliamente expandida en Europa, Asia, África y Oceanía, mientras que en América fue detectada en 2013. En Brasil, en la pasada campaña causó importantes daños por pérdidas de rinde y altos costos de control en los cultivos de algodón y soja.
¿Qué características tiene?
Es una plaga altamente polífaga, lo que significa que puede alimentarse de muchas especies vegetales. Pertenece a un género con distintas especies que afectan a los cultivos y que en nuestro país ya estaba representado por las variedades Helicoverpa virescens, Helicoverpa zea y Helicoverpa gelotopoen. Entre ellas, es casi imposible diferenciarlas en el estado de larva sobre el cultivo.
Asimismo, la Helicoverpa armígera tiene un alto poder reproductivo. La hembra puede colocar entre 1000 y 1500 huevos –aislados o en pequeños grupos–, que en flores, frutos, hojas y tallos de la planta de soja. Su ciclo, como el de todos los lepidópteros, consiste en las fases de huevo, larva, pupa y adulto.
Según las condiciones ambientales, pueden tener de 2 a 11 generaciones al año.
¿Qué daños puede generar en soja sino se la controla durante esta campaña?
Hasta el momento no está medido en Argentina, pero en estado reproductivo consume en mayor medida vainas, granos, pecíolos, hojas y flores, por lo que su impacto en el rendimiento es muy significativo. Se la considera una especie altamente voraz. Se comporta como las otras helicoverpas del complejo de orugas, que dañan en estados vegetativos y generan cambios en la estructura de planta por el consumo de brotes y la ruptura de la dominancia apical. Se diferencia por la alta tolerancia que tiene a los insecticidas, una resistencia que no tiene que ver con el tegumento coriáceo como algunos creen.
¿Cómo se mueve en la planta?
Es algo que todavía debe estudiarse en Argentina, pero se sabe que durante las horas de sol suele refugiarse en los estratos más bajos de la planta, mientras que en las horas de menor temperatura se dirige hacia la parte superior. Se trata de una especie que prefiere condiciones de baja humedad y altas temperaturas. Al poseer una elevada capacidad de supervivencia, puede adaptarse a condiciones adversas tales como calor excesivo, frío o sequías.
¿Existe hoy un umbral que determine aplicaciones?
Hasta el momento no existen umbrales para esta especie en nuestro país. En el caso de Brasil, suelen recomendarse umbrales tentativos para algunos cultivos. Para el algodón, por ejemplo, se aconseja actuar cuando hay dos larvas o cinco huevos por metro cuadrado. A su vez, para la soja (en estado reproductivo) y el maíz, cuando se encuentran dos orugas por metro cuadrado.
¿Qué aplicar? ¿Qué recomienda Syngenta para controlarla?
Existen numerosos datos de resistencia a piretroides, carbamatos, organosfosforados y endosulfan. Las larvas de esta especie presentan un tegumento ligeramente coriáceo, diferente de las otras larvas de Helicoverpa. Tal característica podría estar relacionada con la resistencia a los insecticidas de contacto. Los productos que más efectividad han presentado contra la plaga en la región son los insecticidas del grupo de las diamidas.