La cosecha de los granos gruesos viene complicada en nuestra provincia debido a las periódicas lluvias de las últimas semanas–que se repitirían este fin de semana– y la consecuente imposibilidad de ingresar con las trilladoras a los lotes.
El corto plazo, en materia climática, además, no da demasiado respiro. “A la alta disponibilidad de humedad presente en toda la región pampeana, se suma el avance de una importante perturbación que ya está dejando importantes lluvias en el sur de la región pampeana. Estas lluvias llegarían al sur entrerriano al finalizar el día de hoy y durante mañana sábado, proyectándose el mal tiempo luego a todo el territorio al menos hasta el martes de la semana próxima, pronosticó el Sistema de Información de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (Siber).
La última semana de marzo, vale recordarlo, no dio tregua en cuanto a las condiciones ambientales, las que impactaron negativamente sobre las tareas de cosecha. “Si bien por momentos se observaron mejoramientos temporarios, los mismos no lograron establecerse como un patrón que modifique los altos niveles de humedad que han imperado en gran parte de la provincia desde principios de febrero”, reseña el último reporte del Siber. En esta época del año, además, las noches comienzan a ser más frescas y facilitan los amaneceres con bancos de nieblas y neblinas, generando un escenario que luego promueve el despliegue de nubes bajas, que en muchas ocasiones no son removidas con facilidad. Este marco ambiental restringe el nivel de insolación y dificulta el proceso de oreado de los cultivos dispuestos para cosecha, suponiendo que los suelos y los caminos rurales no sean un problema.
Las lluvias más importantes se observaron entre la última parte del sábado y la primera mitad del domingo últimos. En ese lapso, las lluvias se generalizaron no sólo en el territorio entrerriano, sino que en gran parte de la zona núcleo. Es muy vasto el corredor que superó acumulados por encima de los 60 milímetros, con eventos puntuales muy destacados.
El Siber, en este sentido, puso énfasis en lo sucedido en Basavilbaso, donde en aquel lapso las lluvias superaron largamente los 100 milímetros. El sur de La Paz, fue otra zona con abundantes lluvias.
Reservas. Ante este escenario, obviamente, el balance hídrico resulta muy sobrado en vastos sectores de la provincia. “Las zonas que habían presentado un retroceso en su nivel de reserva se han recuperado hasta niveles adecuados; los montos pluviales, sin embargo, han sido excesivos para aquellos sectores donde los suelos ya estaban cercanos a los niveles de saturación”, remarca el Siber, y agrega que grandes áreas de La Paz y Villaguay, y sectores de Feliciano, Tala, Uruguay y Gualeguaychú mostraban distintos grados de excesos hídricos. La situación se ve favorecida sobre el sudoeste de la provincia, donde este comportamiento no se observa o si se presenta, sólo debe aparecer en zonas bajas.
El panorama para la cosecha, en consecuencia, sigue siendo muy complejo y los productores deberán tener en claro que el corto plazo no presenta un escenario muy mejorado en cuanto a la disponibilidad de una ventana de buen tiempo extendida. Es decir, hay deberán estar atentos para aprovechar al máximo los períodos libres de precipitaciones de aquí al fin de la cosecha, sin que se prevea una remoción total del escenario húmedo. Los trabajos de acopio y acondicionamiento del material trillado, además, será más complejo que el habitual.
¿Se hará más trigo?
Más allá de las dificultades que ocasionan en la cosecha de granos gruesos, las lluvias de las últimas semanas han recargado de humedad los suelos entrerrianos de manera más que satisfactoria, al punto que en algunas áreas hay excesos hídricos. Si bien aún falta más de un mes y medio para el inicio de la siembra de trigo –en Entre Ríos la fecha de implantación óptima se extiende desde mediados de mayo a mediados de enero– no pocos actores del sector creen que la buena humedad edáfica sería un aliciente para que los productores se jueguen por el cereal en la campaña 2014/15.
A esta circunstancia, además, hay que sumar el hecho de que los cultivos alternativos a los que han apelado los productores para reemplazar al trigo (arveja, colza, cebada), ante los problemas de comercialización, no han sido demasiado exitosos. La necesidad de incorporar una gramínea a la rotación sería una tercera razón, no menor por cierto de cara al objetivo de aportar a la sustentabilidad del sistema. Hasta el momento, sin embargo, no hay de parte de los especialistas ni de las bolsas de cereales estimaciones ni mucho menos cifras sobre cantidad posible de hectáreas, sólo conjeturas que abonan la posibilidad de un aumento del área sembrada.