Lo que venimos sufriendo en los últimos años son temperaturas, en promedio, más altas de lo normal que, sumadas a la alta variabilidad y a la escasa humedad relativa, causan estragos en los cultivos", sintetizó Daniel Rossi, coordinador regional de los grupos CREA del NOA.

Para los productores del Norte, las precipitaciones se convirtieron en el factor más importante en la definición de los rendimientos de los cultivos en la región.

Para Daniel Rossi, es fundamental llevar a cabo estrategias que reduzcan el daño provocado por los fenómenos climáticos. "En lo que respecta a cultivos perennes como la caña de azúcar, los cítricos y la palta se suelen utilizar, cuando falta agua, sistemas de riego. En cambio, en el caso de los cultivos anuales lo que se trata de incrementar es la rotación con maíz, que ofrece mayor cobertura del suelo y permite mantener éste con menor temperatura. El cereal es clave en la producción extensiva de la región", dijo.

En opinión del coordinador regional, cada cultivo debe tener su estrategia para atemperar la falta de lluvias. En el caso de la soja, se trata de diversificar los ciclos con distintos grupos de madurez. Además, se pueden diversificar las fechas de siembra, modificar las distancias entre líneas y considerar el índice de área foliar para hacer más eficiente el uso de agua.

Otra alternativa para los productores de la zona será volcarse a cultivos como el poroto o la chía. Sin embargo, una siembra desmedida de dichas especialidades podría generar problemas comerciales. Hay que considerar que, a diferencia de las commodities como la soja y el maíz, las especialidades que se pueden cultivar en el NOA tienen mercados limitados y de fácil saturación.

"El productor está pensando de qué manera puede sobrepasar la sequía de las últimas dos campañas. Para alcanzar este objetivo se deben generar planteos económicamente sostenibles mediante la rotación con maíz y un uso eficiente del agua", culminó Rossi.

Por otro lado, Diego Segura, miembro del CREA La Cocha,Tucumán, considera que es inviable una empresa agropecuaria que no se replantee su sistema productivo. "Estamos en un ciclo seco donde no se puede seguir haciendo lo mismo que antes. Debemos cambiar nuestros planteos para no perder nuestra empresa", afirmó.

Segura reconoce que "a muchos productores se les torna difícil salir de la zona en la que han obtenido buenos resultados en décadas pasadas".