En los 60 años que lleva la Cooperativa de Productores Rurales de Ursa cargando soja del medio oeste norteamericano en barcos por el Río Misissipi, el negocio nunca había sido tan bueno. Es que la demanda de soja de los productores porcinos de China, el país que más cerdo consume, no deja de subir.
Las reservas de soja en EE.UU., donde hace sólo seis meses los productores levantaron la tercera mayor cosecha histórica, son las menores en relación con la demanda en cinco décadas.
“Nuestras reservas de soja se vaciarán para fines de abril”, señaló Scott Meyer, director del Departamento de Granos de Ursa. “La demanda china fue mucho más fuerte de lo que todos esperaban este año”.
El aumento de las ventas está fortaleciendo la ganancia de procesadores como Bunge y Archer-Daniels-Midland. Goldman Sachs elevó su perspectiva de precio para seis meses el 11 de marzo, previendo reservas en “un mínimo casi crítico” antes de la cosecha 2014.
Los futuros de la soja se recuperaron 12% este año, y el miércoles estaban a US$14,40 el bushel. El maíz y el trigo se recuperaron 15%. El índice Standard Poor’s GSCI de 24 commodities subió 1,9% desde fines de diciembre.
Las reservas de soja el 1º de marzo estaban probablemente en 987 millones de bushels (26,9 millones de toneladas), el menor nivel para esta época del año en un decenio, según el promedio de 30 analistas consultados por Bloomberg. Las reservas equivaldrán a 30% del consumo y las exportaciones anuales estimados, la proporción más baja para esta época del año desde por lo menos 1965, muestran datos del Departamento de Agricultura estadounidense.
Desde el 1º de septiembre, los embarques de EE.UU. crecieron hasta 39,7 millones de toneladas, 22% más que en 2013. Dos tercios de esos embarques terminaron en China, el mayor comprador.
La producción de cerdo creció 38% por ciento en China desde 2000, y hoy representa más de la mitad de la producción mundial Para alimentar el mayor rodeo porcino del mundo, los productores importan soja estadounidense que, en enero, era US$7 el bushel más barata que la china.
Al drenaje de los stocks estadounidenses se sumaron una demanda superior a la prevista en Europa, una retención de granos por parte de los productores argentinos y una reducción de la cosecha en la India, dijo Randy Mittelstaedt, director de investigación de R.J. O’Brien & Associates de Chicago.
La soja podría llegar a US$16 “para julio, cuando esencialmente nos quedemos sin stock doméstico y todo el mundo pelee por el último bushel,” dijo Mittelstaedt.
Esa pujanza podría no durar. China empezará a cancelar órdenes por haber comprando más de lo que puede usar, y los estadounidenses se disponen a una siembra récord en 2014, según Rabobank International, que pronosticó días atrás que el precio se deslizará a US$12,40 en el segundo trimestre, para cerrar el año a US$11,60. La gran formación de stock de China este año fue una medida preventiva frente a la posibilidad de que se reiteren las demoras del año pasado en las entregas de Brasil, donde la cosecha se levanta entre marzo y mayo, dijeron analistas.