Luego de una orden del Gobierno para que bajen los precios de los cueros crudos bovinos, empresas curtidoras comenzaron a pagar el viernes pasado un peso menos por kilo a los frigoríficos, según fuentes de la industria. Así, de 14,40 pesos por kilo pasaron a abonar 13,30 pesos.
La rebaja es una exigencia del Ministerio de Industria y de la Secretaría de Comercio para beneficiar a curtiembres y a la industria marroquinera, pero podría tener un efecto contraindicado: podría hacer subir el precio de la carne, que el Gobierno quiere controlar.
Inicialmente, las autoridades habían reclamado una reducción aun más fuerte, ya que pedían que se pagara 9 pesos por kilo. En el mercado internacional, la materia prima subió más de 60% en los últimos tres meses, y aquí la devaluación sumó otro elemento de presión, que el Gobierno ahora quiere desactivar.
El jueves pasado, en una reunión convocada por la Cámara de la Industria Curtidora Argentina (CICA), las mismas curtiembres transmitieron a la industria frigorífica esa iniciativa para hacer caer los precios. Allí, los frigoríficos, que resisten la embestida porque afecta lo que se conoce como el recupero, no tomaron ningún compromiso.
Pero al día siguiente hubo curtiembres que, según industriales del sector frigorífico, avanzaron en la dirección de pagar un peso menos por kilo. Para los frigoríficos, cumplir con la rebaja los pone en una disyuntiva. Tienen que decidir entre trasladar la rebaja al precio de la hacienda, lo que afectaría a los productores, o aumentarles la media res a los carniceros para recuperar margen.
Como escasea la hacienda, una eventual reducción del valor del ganado es complicada. Por eso, avanzarían en el incremento del precio a las carnicerías, que, a su vez, terminaría impactando sobre los consumidores.
"Si baja el cuero, sube la carne", argumentaron fuentes del sector. Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra), había calculado una suba de la media res a salida de fábrica a razón de un peso por kilo si el cuero caía de 14,40 a 9 pesos. Ahora, con una baja de un peso, a 13,30 pesos, el incremento de la media res rondaría los 25 centavos.
Parece un incremento leve, pero podría repercutir sobre el precio al público en pocos días.
Por otra parte, hay empresarios preocupados por el impacto económico de la rebaja inicial pretendida por el Gobierno. Según cálculos de un grupo de industriales, unos 180 millones de pesos por mes pasarían de su sector a las curtiembres y otros eslabones manufactureros.