Los cultivos de maíz y sorgo destinados para cosecha de grano suelen ser utilizados para alimentación de ganado durante condiciones de sequía y cuando se prevén bajos rendimientos. En muchos casos es conveniente utilizar rápidamente estos cultivos durante el verano para poder realizar siembras tempranas de verdeos de invierno que cubrirán la falta de reservas durante el invierno, informa el INTA Estación Experimental Agropecuaria (EEA) de la Cuenca del Salado.
El pastoreo directo es una de las formas más convenientes para utilizar aquellos cultivos muy dañados por la sequía, especialmente los que presentan un bajo rendimiento de materia seca que impiden la confección de henos o silajes por altos costos.
En los sorgos forrajeros el pastoreo anticipado de hojas dañadas suele ser una opción para reducir el estrés de la planta.
La confección de heno es una alternativa que se utiliza cuando el costo del silaje resulta muy alto. La calidad del material enrollado suele ser un 10% inferior que la del silaje. Sin embargo, al respecto, los técnicos de la Estación Experimental del INTA Cuenca del Salado señalan que "se requiere un tiempo de preoreo en la andana importante y no se recomienda hacerlo cuando el maíz tiene la espiga formada". El alto contenido de humedad del tallo suele ser una limitante para el secado en la andana y el uso de acondicionadores es indispensable para reducir el tiempo de secado.
La confección de silaje es la alternativa que permite lograr reservas forrajeras manteniendo una mejor calidad nutricional. Su limitante suele ser el costo, advierten los referentes del INTA, ya que "está muy ligado al rendimiento de materia seca". Al momento de realizar silajes de cultivos, "el rango de humedad recomendable es el mismo que para cultivos en condiciones ideales (30 a 40%)".
Durante una sequía las plantas pueden parecer muy secas, sin embargo el tallo puede contener una alta proporción de humedad. Por lo tanto "es muy importante determinar el contenido de humedad de la planta mediante secado en estufa o microondas". La línea de leche y la humedad del grano no son buenos indicadores del contenido de materia seca. Valores inferiores al 30% pueden resultar en una fermentación indeseable y altas pérdidas de nutrientes por filtración, por el contrario, contenidos de materia seca superiores al 40% pueden resultar en una baja indispensable la aplicación de inoculantes ya que la planta si bien puede no contener granos tiene la suficiente cantidad de azucares y existe suficiente cantidad de bacterias como para lograr una adecuada fermentación.
Riesgos en el pastoreo
El déficit de agua sobre los cultivos es un factor ambiental que contribuye a la acumulación de nitrato en las plantas y una amplia variedad de especies forrajeras, como el sorgo y el maíz, en situaciones de estrés hídrico acumulan una mayor cantidad del compuesto tornándose potencialmente tóxicas para el consumo animal.
Según explican los técnicos de la Estación Experimental del INTA Cuenca del Salado "existen riesgos de intoxicación con nitratos cuando se utilizan para pastoreo cultivos de maíz o sorgo con estrés hídrico". En el caso de los sorgos además "existe el riesgo potencial de la intoxicación con ácido Cianhídrico sin embargo, esta no está asociada específicamente con la sequía".
Los signos de intoxicación pueden comenzar dentro de las 6 a 8 horas del consumo de una dosis tóxica de nitrato. El estrés o el ejercicio forzado aumentan la severidad de los signos clínicos y acelera la muerte.
La primera señal de intoxicación por nitratos suele ser la muerte repentina de uno o más animales. En algunos casos, antes de la muerte, los animales pueden presentar somnolencia y debilidad, seguido por temblores musculares, aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria. Los signos de intoxicación pueden comenzar dentro de las 6 a 8 horas del consumo de una dosis tóxica de nitrato.
Si bien ante una intoxicación de animales existen tratamientos con agentes reductores, los técnicos del INTA sostienen que la afección se puede prevenir si los niveles de nitratos en el forraje están predeterminados y administrados en consecuencia, al tiempo que se controla el agua de bebida para asegurarse esa que no es una fuente de nitratos que se sumen a los nitratos en los alimentos.
La Intoxicación por nitratos se puede prevenir si los niveles del compuesto en el forraje están predeterminados y así poder establecer la estrategia de pastoreo.
Por precaución los profesionales del INTA Cuenca del Salado sugieren "combinar el cultivo con otra oferta forrajera, de esta forma disminuye la dosis toxica por un efecto de dilución y a su vez se evita que los animales entren hambrientos al cultivo".
Realizar un consumo gradual permitiendo la adaptación de la flora ruminal y considerar los 7 a 10 días posteriores a las precipitaciones, tras un período de sequía, como el tiempo de mayor riesgo de intoxicación son también medidas preventivas.
INTA EEA Cuenca del Salado