“Por mucho no es mal año” decían los viejos en aquella época (años 80), todavía sin conocer mucho de tecnología, de ordenamiento de grupos de madurez en sojas, ni fechas de siembra, de fungicidas, de fertilización variable, entre otras cosas, y sin embargo ellos sostenían que por mucho que llueva el año era bueno.
A qué viene este título, a la preocupación que muchos tienen que los rendimientos sean fuertemente afectados por las frecuentes y abundantes lluvias que estuvimos atravesando los últimos días.
Sin duda que en algunos lugares fueron más que abundantes, superando los 300 mm, en otras partes 200 mm, pero en general arriba de 100 mm en gran parte de la pampa húmeda, productora sojera del mundo por excelencia.
Mi mayor preocupación sería hoy, en vez de la gran cantidad de agua, como vamos a defendernos de los hongos, que vendrán con los tapones de punta. Este es un año en donde el productor que maneje bien sus lotes se va a diferenciar del resto, ya que en campañas anteriores, con tanta agua en períodos reproductivos y dependiendo de la historia del lote, las enfermedades puedan llevarse entre un 10 y un 30 % del rendimiento, con una soja a 250 pesos no creo que tendremos que pensar mucho a la hora de aplicar un fungicida.
Hagamos el juego matemático, si tenemos un lote que rendiría 35 qq/ha, y una enfermedad me lleva el 20% (este año se puede dar tranquilamente esta situación) me lleva 7 qq/ha, en 100 hectáreas, 700 qq * $ 250 = $ 175.000 ….(y puntos suspensivos).
Ahora bien, la pregunta es, ¿qué fungicida y cuando usarlo? Bueno eso dependerá del umbral de enfermedades presente en el lote (Carmona M. et. Al.) Para eso es indispensable consultar con un técnico, tampoco quiero ser tan drástico, simplemente dejar el mensaje de que los hongos se vienen, y de manera agresiva, seguramente reforzar dosis de las mezclas dobles (estrobirulinas + triazoles) subiéndolas en un 20/30 % sería una opción muy válida, ya que estaríamos metiendo más poder curativo (triazol) y a su vez mas prevención (estrobirulina).
Pensemos además que la sojas en la zona centro y núcleo están en R4/R5 dependiendo la fecha de siembra, con una gran estructura foliar, es decir, con un Índice de Área Foliar (IAF) de 5 a 7, cuando para que la planta trabaje a tasa máxima se necesita uno de 4. Por lo tanto esta alta cantidad de hojas y frutos entendamos que tendrán en los próximos días una gran demanda de agua por día (alrededor de 6 o 7 mm) dependiendo de la temperatura, vemos entonces que los lotes serán unos grandes demandantes de agua, así que a relajarse un poco y a cuidar los cultivos.
Para esta campaña me animo a decir que estaremos superando los 50 millones de toneladas.. ¿No sos muy optimista? Me preguntaron… y yo respondí: Sí!!! Y en buena hora ser así, pero el fundamento primero a esta afirmación es que tenemos alrededor de 22 millones de hectáreas sembradas, algo así como un 10% más que el año pasado, sumado a esto en el norte argentino las precipitaciones vienen ayudando, no nos olvidemos que allí los grupos de madurez son VII y VIII, con lo cual recién están entrando a floración, falta mucho todavía, porque podemos tener una planta con mucha masa foliar, pero el agua se necesita cuando se llena el grano. Otra cosa que quiero aclarar, que en las zonas con más precipitación (arriba de los 300 mm) seguramente algo de pérdida habrá, en los lotes bajos, zonas cercanas a las cuencas (cañadas), etc., pero eso es normal, tengamos en cuenta que también cuando falta el agua son los primeros lugares en afectarse el rendimiento y su aporte al físico total siempre es inestable.
Para ir cerrando hablar un poco de los cereales estivales, principalmente el maíz, este cultivo en fechas de primera fue altamente afectado por el estrés térmico que atravesaron esos 20 días de Diciembre/Enero con temperaturas que superaron los 40 °C, ganando nuevamente la pulseada los maíz tardíos y los de segunda, que no me quedan dudas que seguirán ganando terreno, que alguien me diga cuantas veces le fue mal con estos últimos maíces…habrá que replantearse a la hora de realizar esta gran inversión (que es la de sembrar maíz) en qué fecha lo plantamos, y no dejemos de remarcar el plus de soja que tenemos en los lotes donde esta gramínea es antecesora.
Por eso estimados amigos, y que valga la redundancia, “Por mucho no es mal año”.
Fuente: AgroEducación