En una recorrida por supermercados en la que se comparó los valores de hace quince días con los de ayer, LA NACION pudo comprobar que la canasta de alimentos y productos de higiene y limpieza aumentó en promedio 15%. Además, la brecha entre el valor de los Precios Cuidados y el resto es cada vez más amplia.

La carne fue uno de los rubros que más aumentó. A pesar de que el Gobierno lo desmintió, los incrementos son muy notorios y fluctuaron entre 10 y 30%. Los casos más emblemáticos fueron los de la carne picada especial y la nalga para milanesa, que se incrementaron en un 32 por ciento.

En el sector de las frutas y verduras también se vieron aumentos que oscilaron entre 20 y 25%. La mayor suba fue la de la cebolla blanca, que pasó de valer 7 a 16 pesos el kilo. Llamativo es el caso del tomate que, tras el fallido episodio a principios de enero, cuando el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, anunció su importación, descendió de precio de 15 a 12 pesos por kilo.

"Los quesos están carísimos. Ya prácticamente no los puedo comprar", se escuchó ayer entre las góndolas de un supermercado del barrio de Chacarita. Los números lo confirman: que el kilo de los quesos "duros" o "semiduros" está por encima de los 85 pesos.

Para los productos de perfumería el alza fue de entre 10 y 20%. Además, LA NACION pudo comprobar que las diferencias entre productos que están dentro del acuerdo y otros que no, es grande. Así, mientras el paquete de jabones de Precios Cuidados cuesta $ 7,89, el de otra marca es un 19% más caro.

Irregularidades

En las salchichas, cuyo precio disminuyó en relación con el de la segunda quincena de enero, es destacable la diferencia del 50% entre el valor de los Precios Cuidados -$ 10,4 el paquete de PatyViena- y el de Vienissima ($ 15,64) que está fuera del convenio.

También hubo en los panificados un descenso de precios que se explica en que, después de alcanzar el valor máximo en octubre pasado, el valor de la bolsa de trigo empezó a bajar, y con él, el de sus derivados.

Respecto de los Precios Cuidados se comprobaron, de todos modos, muchas irregularidades. Faltantes de productos, señalizaciones poco claras y hasta mercadería "escondida" fueron parte del panorama que se repitió en la mayoría de los supermercados adheridos.

A pesar de las desprolijidades, la gente se mostró informada e interesada en hacer cumplir el acuerdo.