Preocupado por el drenaje de reservas del Banco Central, el Gobierno endureció su discurso hacia los productores agropecuarios , a los que acusó de "amarrocar" cosechas, y volvió a insistir en que hay intentos de "desestabilización" que conjugan "exponentes" políticos, sindicales y económicos.
En la línea trazada por la presidenta Cristina Kirchner, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, fue más duro de lo habitual ayer en su conferencia de prensa matinal. El malestar de la Casa Rosada por lo que consideran una jugada especulativa de los exportadores de granos fue expuesto sin medias tintas: fue lo primero que resaltó el ministro coordinador, antes de avanzar en un repaso de otros temas y de que se abriera la minirronda de tres preguntas de los periodistas.
Para tratar de zanjar el conflicto, el funcionario convocó a un encuentro, pasado mañana, a las cámaras que nuclean a las firmas comercializadoras y exportadoras. El Ministerio de Economía, comandado por Axel Kicillof, sostiene que hay por lo menos 8 millones de toneladas de soja sin exportar, lo que equivaldría a 4000 millones de dólares.
Si bien diferenció entre los pequeños y grandes productores, Capitanich aseguró que están las condiciones dadas para vender las cosechas. "Existen ciertas conductas que tienen que ver con la avaricia u otro tipo de carácter especulativo", argumentó. Según dijo, se trata de empresarios con capacidad de ahorro, lo que los habilita a acumular en silos bolsas sin necesidad de liquidar para encarar la siembra siguiente.
Según dijeron fuentes oficiales a LA NACION, la idea es sostener el dólar a $ 8, con lo cual existe un escenario de "previsibilidad" en la política cambiaria y aseguran que está descartada de plano una devaluación mayor. También el ex ministro de Agricultura y actual presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, reflotó una vieja iniciativa. "Tenemos que impulsar una agencia nacional de comercialización de cooperativas de productores. No puede quedar en manos de las diez empresas que manejan el comercio exterior de granos", dijo, en su paso por Villa María, Córdoba.
Visita real
Ayer, la Presidenta pasó la mayor parte de la jornada en Olivos, hasta que cerca de las 18.30 llegó a Balcarce 50 para recibir en el Salón Eva Perón al príncipe de Japón, Akishino. Se la vio con un vestido estampado a rayas blanco y negro, y un renovado corte de cabello. Anteanoche, tuiteó mensajes con críticas a los medios y la cobertura sobre su salud, luego de que le hicieran una resonancia magnética en el Hospital Austral, en Pilar, producto de dolores lumbares.
La actividad ayer estuvo centrada en resolver la amenaza de huelga de choferes de ómnibus de larga distancia, que se desactivó a la noche, poco antes de que Capitanich y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, anunciaron el acuerdo.
Con más énfasis, la Casa Rosada volvió a denunciar una estrategia de "desestabilización permanente". "Están exponentes políticos, visibles o invisibles; exponentes sindicales, visibles o invisibles; exponentes sociales y económicos, visibles e invisibles", enumeró Capitanich, aunque sin identificar a nadie.
"Nosotros, como gobierno, nos encontramos absolutamente solos luchando contra grupos económicos poderosos", siguió. Además, objetó a la oposición por criticar, pero no plantear propuestas para resolver los problemas, y a sindicalistas que "a veces están más de acuerdo con los empresarios que con sus propios trabajadores".
Justo en el día en que defendió el acuerdo de precios de la carne, el jefe de Gabinete mantuvo un encuentro en su despacho con el empresario cárnico Alberto Samid, en su flamante cargo de vicepresidente del Mercado Central, impulsado a ese sillón por el gobernador Daniel Scioli. En la cita, también estuvo el presidente de la feria, Luis Martínez.
Tras la reunión, Samid aportó su propia receta para cuidar los dólares. Propuso "olvidarse" de la divisa en el comercio con Venezuela, e implementar un trueque de combustibles por alimentos: "Esto es muy sencillo: a ellos les faltan alimentos y les sobra combustible; a nosotros nos falta combustible y no queremos comprarlo en dólares".
D´Elía reclamó incautar granos
El piquetero oficialista Luis D´Elía pidió desde Twitter aplicar la ley de abastecimiento para incautar granos acopiados por productores. "Sembró a $ 5 y quiere cosechar a $ 14, a costillas de toda la comunidad argentina", disparó desde su cuenta. También responsabilizó a los productores por la devaluación de la moneda.