El comportamiento de los precios agrícolas en las últimas semanas estuvo marcado por el impacto que el clima tuvo en los cultivos, especialmente sudamericanos, mientras que localmente en la última semana se sumó la evolución del dólar.

Cuando hubo menos precipitaciones a las necesarias, con zonas productoras en nivel de escasez hídrica los precios mostraron subas o, por lo menos, no bajaron mientras que la aparición de las lluvias presionó sobre las cotizaciones externas de Chicago y las locales.

Los precios de la soja nueva llegaron hasta los u$s 288 a mediados de enero para luego recomponer parte de las bajas operando en u$s 294 pero con un cierre de semana en u$s 289,50 en la posición mayo del MATBA.

Los vaivenes de las cotizaciones siguieron la evolución del clima en Sudamérica y las pocas noticias externas que impactaron más en los precios cercanos por la aparición de demanda de China. Cuando hubo nuevos negocios de exportación estadounidense de la oleaginosa los futuros encontraron sostén mientras que cuando se informó el cambio de origen de Estados Unidos a Sudamérica los precios bajaron.

Es importante recortar que la proyección de exportaciones de Estados Unidos de soja para la campaña 13/14 ya fue alcanzada con las ventas que se informan semanalmente para totalizar el 104% del volumen de 40,7 millones de toneladas.

 

Fuente: artículo del newsletter de “Escenarios Granarios” del Centro de Gestión Agropecuaria de la Fundación Libertad