La escasez de lluvias y las altas temperaturas siguen jugando un rol protagónico en el devenir del mes de enero. Si bien no se han reproducido situaciones con la persistencia observada en diciembre, el ambiente en general no es el más benigno para la evolución de los cultivos, según informó la Consultora de Climatología Aplicada (CCA).
Sin ir más lejos, la madrugada de hoy jueves ha sido extremadamente cálida con mínimas que en el mejor de los casos descendieron hasta los 26°C en gran parte de la franja central del país, es decir ambiente sofocante que se vuelve hostil con el alto contenido de humedad.
Asimismo, CCA aclaró que los valores de humedad relativa son quizá más bajos que los esperados debido a las altas temperaturas, pero en términos absolutos la atmosfera tiene un importante contenido de vapor de agua. Es necesario un enfriamiento para facilitar la condensación, o sea, es imperioso que avance el frente frío que se encuentra estacionario en la cuenca del Salado bonaerense. Este movimiento recién comenzaría a darse a partir de la tarde noche de hoy, con lo cual las lluvias deberían llegar en la madrugada y durante la jornada del viernes, para que luego se concrete el esperado cambio en las condiciones ambientales.
La dinámica que se impondría una vez que el frente quiebre su posición de estancamiento impulsará el desarrollo de coberturas nubosas. Los modelos de pronóstico no son coincidentes en cuanto al volumen de lluvias que pueda observarse, sin embargo hay que hacer hincapié en que los elementos básicos están presentes como para que se concreten precipitaciones generalizadas de al menos unos 30 milímetros en gran parte del territorio provincial. La cuenca del Salado bonaerense y el este de BA, junto con el extremo sudeste de la provincia de ER y alguno sectores del sur de SF, salen muy fortalecido de esta situación ya que son sectores que han venido recibiendo precipitaciones entre el domingo y la lo que va de la jornada de hoy, incluso con algunos chaparrones destacados.
No se descarta que una vez que el sistema frontal comience a desandar su paso hacia el norte, alcanzando el sur de la zona núcleo, se desarrollen tormentas con tiempo severo, posiblemente sea este el precio del alivio que traerán las lluvias y el cambio de ambiente posterior al pasaje frontal.
El balance hídrico ha tenido desde mediados de diciembre muchas jornadas de fuertes deficiencias, producto de las altas temperaturas y los bajos niveles de humedad relativa. En muchos casos las pérdidas de humedad han duplicado el valor normal para la época, con valores de evapotranspiración de hasta 10 milímetros diarios. Esto es muy difícil de compensar con un contexto normal de precipitaciones, consecuentemente el escenario de estrés hídrico se impone de manera generalizada y la eventual cercanía a la napa freática queda como único recurso para obtener agua, sin embargo este no es el más común de los casos.
Superado este periodo difícil de la campaña, la situación parece más benévola. Es muy probable que el mes de enero se despida con otro sistema precipitante con amplia cobertura en la franja central, lo cual se suma a una moderación temporaria de las temperaturas.
El mes de febrero posiblemente se caracterice por mantener un patrón cálido (temperaturas por encima de lo normal) pero perfilándose una frecuencia de lluvia más importante, lo cual acercaría el monto mensual a la oferta esperada del mes, período en que se definirá el grueso de la soja argentina.