De acuerdo a un informe publicado por la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de la BCR, desde inicios del año 2011, los precios internacionales de los aceites vegetales vienen bajando de manera paulatina y sistemática. Este panorama se ve motivado por una mayor producción mundial a lo largo de los últimos cinco años y el consiguiente aumento en los stocks finales.
Si se considera que los complejos de soja y girasol (semilla, poroto, harina y aceite) son esenciales para la Balanza Comercial Argentina y son fuente generadora de divisas por excelencia para nuestro país (los embarques de oleaginosas y sus derivados representan alrededor de un cuarto del valor total de nuestras ventas al exterior), este escenario no resulta beneficioso para Argentina. Por otra parte, solamente las exportaciones de aceite de soja y girasol en el año 2012 representaron para Argentina aproximadamente 5.176 millones de dólares estadounidenses, en tanto que en los primeros 11 meses del 2013, las ventas externas de estos productos ascendieron a 4.579 millones de dólares.
Según detalla el informe de la BCR, a nivel del mercado mundial de semillas oleaginosas, Argentina ocupa los siguientes lugares:
Es el tercer productor mundial de poroto de soja, pero primer exportador mundial de harina y aceite de soja (abastece alrededor del 50% del mercado internacional).
Cuarto productor mundial de semilla de girasol, y tercer exportador mundial de aceite de girasol.
Tiene el segundo complejo industrial más importante a nivel mundial, en lo referido a capacidad teórica de crushing medido en toneladas por día.
A nivel de concentración geográfica, el complejo industrial oleaginoso del Gran Rosario es el más importante del mundo por contar con gran cantidad de fábricas de gran tamaño, localizadas en un área geográfica reducida. Ello le otorga fuertes economías externas que se traducen en mayor eficiencia.
Ahora bien, ¿qué ha sucedido en los últimos años con el mercado internacional de aceites vegetales y qué consecuencias trae ello para esta industria clave argentina?
En primer lugar, de confirmarse las previsiones del USDA para la campaña 2013/14, la producción mundial de aceites vegetales (incluyendo aceite de palma, soja, colza, girasol, almendra de palma, maní, algodón, coco y oliva) habrá aumentado un 31% en apenas 6 años. En efecto, durante el ciclo 2007/08 se obtuvieron un total de 128,9 M de tn, en tanto que para el 2013/14 se espera un total de 169,2 M de tn; es decir, 40 M de toneladas más.
Por otro lado, resulta significativo puntualizar que en todos los años posteriores al ciclo 2007/2008, la producción mundial de aceites vegetales estuvo por encima del total correspondiente a dicha campaña, que fue de 128,9 M. En otras palabras, la tendencia al aumento en la producción de aceites vegetales, asociadas a fuertes inversiones en el rubro y nuevas fuentes de demanda (como es el caso de los biocombustibles), ha sido robusta y constante en el último lustro.
La evolución del consumo doméstico mundial de aceites vegetales en el período citado es la contracara de este importante crecimiento en la producción mundial. Allí también puede verse que en el ciclo 2007/2008, dicho consumo global ascendía a 126,6 millones de toneladas. Luego, en el 2012/2013 aumenta a 157,7 millones de toneladas anuales, lo que representa un aumento del 24,6% respecto del consumo doméstico mundial registrado en el 2007/2008.
Pero el elemento más relevante que se suma al fuerte aumento en la producción de aceites vegetales es el aumento en los stocks finales mundiales.
La suma de los stocks finales de los nueve aceites en el ciclo 2007/2008 era de 12,4 millones de toneladas. En el 2012/2013 había aumentado a 18,1 millones de toneladas. Esto implica un aumento del 45,7%, si se comparan puntualmente los stocks finales de las citadas campañas. Se espera para el 2013/2014 un stock final mundial de aceites vegetales del orden de 20,3 millones de toneladas, cifra record. Existe una fuerte recomposición en los stocks finales en aceite de palma, colza y girasol en el período analizado. La única nota discordante la da el aceite de soja: se observa una caída de los stocks finales del orden del 3,9% al medir registros del 2007/2008 y del 2012/2013.
Los cuadros expuestos evidencian dos fenómenos perfectamente verificables. En primer lugar el fuerte aumento en la producción mundial de aceites vegetales en los últimos cinco años, incremento que volvería a observarse en el actual ciclo 2013/2014. En segundo lugar, una fuerte recomposición en los stocks finales durante dicho período. Se trata de dos factores que, normalmente, tendrían que impactar negativamente en los precios internacionales de los aceites, generando bajas. La pregunta que cabe hacerse es la siguiente: ¿cómo respondieron los precios de los principales aceites vegetales en los últimos cinco años?
Para responder esta pregunta, es útil analizar inicialmente la información que brinda la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura). Esta entidad emitió recientemente (el pasado 9 de enero de 2014) su informe anual sobre la evolución de los precios internacionales de los alimentos.
En este trabajo procedimos a analizar la evolución de este índice desde el mes de Diciembre de 2008 (época en donde empezaba a registrarse la recuperación de los precios internacionales de granos, harinas y aceites luego de la crisis financiera global). En el “Grafico I” vemos que en diciembre de 2008 el índice ascendía a 127,5. A partir de ese mes, el índice empieza a registrar una suba paulatina alcanzando un pico en el mes de Febrero de 2011 con un record de 286,5, para luego desplomarse hasta cerrar diciembre de 2013 a un nivel de 196.
Respecto de lo sucedido en el último mes del año 2013, la FAO expresó que su índice de precios de aceites vegetales había registrado una caída de 1,3% respecto del índice del mes anterior (noviembre 2013). Es interesante ver los factores que, según este organismo, provocaron la caída: a) una mayor demanda de importaciones de aceite de palma; b) el debilitamiento de los precios del aceite de soja como reflejo de las amplias perspectivas de un gran suministro de soja en América del Sur; c) las grandes cosechas de colza y semilla de girasol en la presente campaña que contribuyeron a la reducción general en los precios de los aceites vegetales.
Evidentemente, la FAO enfatiza en los aumentos de producción de las semillas oleaginosas.
En consecuencia, podemos afirmar que los precios internacionales de los principales aceites vegetales a nivel mundial (palma, soja, colza y girasol) están mostrando un idéntico comportamiento en el período diciembre 2008- diciembre 2013. Desde el primer semestre del año 2011 hasta la fecha, sus precios vienen en baja de manera paulatina y sistemática. Parecería ser evidente que el efecto combinado de una mayor producción mundial y el consiguiente aumento en los stocks finales está impactando negativamente sobre los precios internacionales generando bajas de consideración. Esto no favorece a Argentina, que –como dijimos anteriormente- es un destacado jugador en el mercado internacional del aceite de soja y girasol.