La Bolsa de Rosario, a través de la Guía Estratégica para el Agro (GEA), advirtió en su último informe que las reservas de humedad en el suelo están al límite y la soja de primera empieza a necesitar agua. También preocupa la situación del maíz de primera, cuyo rinde mínimo esperado sigue disminuyendo, sobre todo en el noroeste de Buenos Aires.
En el último informe semanal de GEA, se advierte sobre el bajo o nulo nivel de precipitaciones y las temperaturas extremas que mantiene en vilo a los cultivos de verano. “A diferencia del último reporte semanal, la soja de primera comienza a mostrar en sectores puntuales de la zona núcleo síntomas asociados al estrés termohídrico”, señala al tiempo que sostiene que las reservas de agua en suelo están al límite respecto del ingreso del cultivo a su período crítico. “Finalizando la etapa de cuajado de vainas, de no llegar las tan ansiadas lluvias, el potencial de rinde se vería afectado”.
Las áreas más comprometidas son el sur de Santa fe y el noroeste bonaerense, fundamentalmente donde la napa se vuelve inaccesible para la oleaginosa. Respecto a soja de segunda, presenta estadios muy disímiles según zona.
Sobre el maíz, el informe de GEA advierte sobre la disminución de rinde mínimo esperado en los maíces de primera y afirma que aumenta la brecha de condición fisiológica entre los maíces que fueron sembrados temprano y los tardíos. Los primeros, fueron castigados duramente por la ola de calor y presentan mermas definidas de hasta un 30% del rinde potencial. Además, sigue cayendo el rinde mínimo esperado, sobre todo en el noroeste de Buenos Aires.
En el centro de Santa Fe prevén lograr entre 70 a 100 qq/ha y puntualmente para el este de Córdoba el pronóstico sigue siendo bueno. Los maíces tardíos están entrando en la etapa de crecimiento rápido. Si bien el estado general es muy bueno, comienzan las altas demandas por parte del cultivo y el nivel hídrico actual es deficiente para suplirlas.
Finalmente, el informe de GEA hace referencia al tema de plagas, que en esta última semana ganaron protagonismo el gusano cogollero y la isoca de la espiga en maíz y medidora en soja. “Las regiones muy afectadas por sequía presentan poblaciones elevadas de trips y arañuela”, concluyen.