Excelente estado y condición presenta el algodón sembrado en casi la totalidad de la superficie que la provincia destinará al textil en esta campaña, calculada en cerca de 350 mil hectáreas; mientras que el maíz aparece como la “estrella” de la temporada, con previsiones de incremento del área del 50% respecto de la siembra anterior.
La novedad es que se destinarán entre 3.000 y 6.000 hectáreas al trigo de verano sembrado detrás de girasol. En tanto, en soja la cautela del productor puso un tope a la superficie, que levemente superará el medio millón de hectáreas. Y en girasol, la cosecha aparece atrasada por la falta de piso y registra hoy un avance del 78%.
Esos datos que emergen tras las buenas lluvias del sábado que beneficiaron especialmente al sudoeste, surgen del Sistema de Comunicación y Seguimiento Territorial de la Compañía Logística del Norte SA (Colono), coordinado a través de la Gerencia Interior, junto al equipo de profesionales en ciencias agronómicas de la empresa chaqueña.
Del informe se destaca el excelente estado y condición del algodón sembrado, excepto algunos lotes que venían con manejo deficiente de malezas antes de la siembra. Así, los expertos destacan que los lotes de primera fecha de siembra ya tienen bochas, lo que hace prever una cosecha hacia el mes de marzo con volúmenes que serán más que interesantes. La superficie sembrada se estima para la provincia del Chaco en 349.000 hectáreas, de las cuales hoy el 93% está en estado de bueno a muy bueno.
Según publicó Diario Norte, al margen de la buena actualidad y perspectivas del cultivo insignia del Chaco, la novedad viene de la mano del trigo. Es que algunos productores probarán con el trigo de verano detrás de girasol.
Según el informe de Colono S.A. se estima que unas 3 a 6 mil hectáreas del cereal se implantarán como prueba, sembrando directamente detrás de la cosechadora de girasol, como una alternativa de recuperar cobertura perdida y tener cosecha hacia mayo, cuando lleguen las primeras heladas.
“El girasol es el antecedente ideal para trigo en el Chaco, pero no en esta fecha de siembra sino en la fecha normal (mayo y junio). Así, el productor debiera dejar el lote libre luego de cosechar girasol y con este barbecho otoñal encarar una campaña de trigo, que difícilmente tenga resultados magros, ya que la mayor acumulación de humedad en el suelo para el NEA se produce en el otoño; pero son pocos los productores que toman esta rotación como práctica habitual”, señala el informe de los expertos.