Fernando Montechiari, socio de una empresa familiar con tres tambos en el sudeste provincial, detalló que en la última quincena de diciembre pasado murieron más de 100 vacas como consecuencia del estrés calórico y térmico generado por las altas temperaturas.
En declaraciones formuladas a la publicación local TodoAgro, Montechiari manifestó que fue fatal la combinación de altas temperaturas, alta humedad y temperaturas mínimas muy elevadas.
Tenemos tambo desde 1989 y esto nunca ha pasado en la zona. Realmente no pudimos hacer nada, cuando nos llamó el tambero, ya nada se podía hacer, precisó Montechiari.
Asimismo, detalló que cuando los animales fueron examinados se determinó que no fue la comida, ni la falta de agua, ni negligencia.
Fue una ola de mucho calor y elevada humedad, muy prolongada. Las vacas sufrían mucho de día y no podían recuperarse de noche, agregó.
Finalmente, el productos señaló que otros tambos de la región también habían sufrido la muerte de animales, otra muestra de la dureza de las inclemencias climáticas en la región.