Las mayores refinadoras del parque local prevén acelerar de forma significativa la importación de naftas el año que viene. Por lo pronto, las petroleras ya le comunicaron a la Secretaría de Energía su interés en traer desde el exterior alrededor de 200.000 metros cúbicos (m3) del combustibles durante el primer cuatrimestre de 2014 bajo el paraguas del artículo 31 de la Ley de Presupuesto, que autoriza al Ejecutivo a habilitar la importación de naftas sin impuestos.
De acuerdo con lo informado por traders y fuentes oficiales a El Inversor Online, YPF, el principal jugador del mercado, con un share cercano al 55%, aspira a conseguir el aval del Gobierno para importar, entre enero y abril, 120.000 m3 de naftas sin pagar la carga tributaria, que en el caso de las naftas ronda el 50% del precio final en surtidores.
Según la proyección que realizan en despachos oficiales, en conjunto, el sector (integrado además por Shell, Petrobras, Esso y Oil) importará alrededor de 200.000 m3 en el período, es decir, un 60% de lo importado en todo 2013 (343.000 m3), de acuerdo con datos de la cartera que dirige Daniel Cameron.
La suba de las importaciones se explica, desde la óptica de las petroleras, por la ininterrumpida expansión de las ventas en surtidores (en 2013, la demanda de naftas creció un 10%), que obliga a reforzar la oferta local con combustibles importados. Sin embargo, en la industria también indican que el aumento está ligado a cuestiones económicas.
Sucede que a raíz del encarecimiento de los combustibles en el mercado doméstico (los precios crecieron más de un 40% en los últimos 18 meses), a las petroleras le resulta más redituable vender naftas importadas desgravadas de impuestos que comercializar productos destilados en las plantas locales.
En lo que va del año, las petroleras compraron en el exterior 96.375 m3 de nafta grado 2 (súper), a un costo promedio de US$ 892 por m3, y 247.022 m3 de nafta grado 3 (premium), a un precio 812 dólares.
En cambio, las naftas procesadas en el mercado local tuvieron un precio a la salida de refinería (sin impuesto) cercano a las $ 4100, es decir, más barato que el combustible importado. La diferencia es que, en este caso, las empresas deben liquidar no sólo el IVA, sino también el Impuesto a los Combustibles Líquidos y Gas Natural (ex ITC), que representa un 62% del valor a la salida de la destilería y un 5% de tasa hídrica. Por lo que el costo final de la nafta destilada en la Argentina asciende a más de $ 8500.
La resolución del tema es seguida de cerca de pequeñas y medianas refinadoras locales, conocidas en la industria como Refipymes, que suelen vender su producción de derivados a las grandes petroleras. Les preocupa que las refinadoras -en especial, YPF- opten por traer naftas importadas en lugar de comprar las producidas localmente. Es que la Ley de Presupuesto 2014 autoriza a las petroleras a importar 1,2 millones de m3 de naftas sin impuestos, es decir, cuatro veces más que este año.