El nuevo acuerdo de precios para 100 productos que empezó a regir ayer en supermercados de Capital Federal y el Gran Buenos Aires comenzó con algunos faltantes y algunos vicios heredados del período en que Guillermo Moreno dirigía la secretaría de Comercio Interior como el racionamiento para productos como el aceite, la harina y la azúcar.
A pesar que la harina, el aceite y la azúcar registraron aumentos de hasta 142% respecto al acuerdo anterior, en muchos supermercados ayer continuaba vigente la prohibición de comprar más de dos unidades por persona para evitar el desabastecimiento.
En el primer día de la puesta en marcha del plan, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, salió a advertir que los productos deben estar exhibidos en todas las góndolas, con la señalización correspondiente y con la visibilidad que se ha publicado en los distintos medios de comunicación a los efectos de establecer los mecanismos para que cada consumidor pueda estar debidamente informado.
Sin embargo, según un relevamiento hecho por El Cronista, en la mayoría de los supermercados se registraron diferentes faltantes mientras que el queso cremoso a $ 47 el kilo no figuró en ninguno de los relevados. De esta manera, mientras que en Disco del Botánico no se encontraban en la góndola los distintos purés de tomate del acuerdo, así como las arvejas ni las mermeladas; en el Carrefour Express de Saavedra se hizo imposible encontrar tres de las cuatro variedades de fideos de la canasta.
Otro detalle que no pasó inadvertido a los clientes es que en algunos establecimientos diversos productos aumentaron respecto a los precios vigentes antes de la puesta en marcha del acuerdo y en muchos casos las diferencias de precios quedaron a la vista porque al lado del cartel de Precios Cuidados figuraba el anterior. Tal es así que en un supermercado de Palermo el queso rallado la Serenísima por 120 gramos estaba marcado a $ 18,50 como establece el acuerdo, y también a $ 17,5 y es por eso que diversos clientes no sabían qué valor estaba vigente.
Otra consecuencia del compromiso de precios fue que segundas marcas antes inhallables tomaron protagonismo en algunos supermercados. De esta manera, las mayonesas Menoyo y Ri-K se encontraron en todos los establecimientos al igual que los aceites Ideal, Legítimo y Cada Día, mientras los de primera marca como Cocinero o Natura no contaban con el cartel correspondiente.
En su habitual rueda de prensa, Capitanich advirtió ayer sobre la aplicación de multas y clausuras a supermercados ante un eventual desabastecimiento.
El funcionario remarcó que cien productos de 194 precios generan una perspectiva de multiplicación para 1.000, 2.000, 3.000 ó 4.000 precios en términos de capacidad decisoria de cada uno de los consumidores.
A su vez, reiteró que la reducción en el promedio de los precios de góndola antes del acuerdo es equivalente al 7%, aunque aclaró que difiere en cada uno de los productos.