Por estas latitudes lo que prima es la necesidad de soja por parte de los industriales, de maíz por parte de los consumos internos, y el avance de la cosecha de trigo.
Empezando por los fundamentos externos, en soja lo que domina por el lado negativo es la buena perspectiva productiva para Sudamérica. Las lluvias que se vienen dando semanalmente ayudan a que la siembra de soja marche sobre ruedas, lo mismo que el desarrollo inicial. Por el lado positivo, el hecho de que la demanda sigue muy firme, al punto de que EEUU tiene ya vendido el 95% de lo que el USDA estima exportará en todo el año. Aquí será crucial lo que pase con el clima en diciembre y enero, ya que tanto en el norte de Brasil como en el oeste y norte de Argentina se sembró y el desarrollo inicial es bueno, pero las reservas de humedad son escasas, y donde las lluvias no lleguen una semana, veremos un mercado nervioso.
En tanto en el mercado local las estimaciones de que hay unas 9/10 mill.tt. en manos de productores, está despertando los habituales apetitos por parte del Estado para que los productores vendan, ingresen divisas para estabilizar el Mercado Cambiario, y derechos de exportación para apuntalar la recaudación. Lo que es constructivo es que en lugar de recurrir a aprietes y chicanas, la nueva conducción económica está buscando alternativas para eliminar los elementos que llevan a que el productor retenga. El rumor que circuló fue que reducirán derechos de exportación para las ventas de cosecha vieja. Pero la razón por la que los productores no venden no es una cuestión de precio (de hecho el precio disponible está 40 U$S/tt por encima del que se observa a mayo) ni es tampoco una cuestión sólo de no tener la posibilidad de colocar esos montos en dólares, ya que hay condiciones de venta donde se fija el precio en dólares pero se posterga la pesificación y el cobro. La cuestión tiene más que ver con los ciclos de inversión y la seguridad que al hombre de campo le da tener mercadería física. Igualmente hará falta vender para cubrir cuentas de aquí a febrero, y una medida como la comentada generará que esas ventas se produzcan con mayor fluidez, y quizás por montos más grandes en lugar de recurrir al financiamiento en pesos a cosecha.
Por el lado del maíz en el mercado internacional la fuerte ofere norteamericana opaca a una demanda muy activo. Por otro lado también tenemos como dato negativo cancelaciones de negocios de exportación de maíz de parte de China debido a contaminación con cereal transgénico de variedade son autorizadas en China. Se habla de que esto sería una medida para arancelaria para ferenar el ingreso del grano de EEUU mientras está ingresando la cosecha local. En el mientras tanto las exportaciones semanales fueron muy bajas.
Localmente sin embargo el maíz disponible está firme por la necesidad de los consumos, mientras que los productores ya tienen poco remanente de la cosecha. Esto lo que demuestra es que la estadística oficial de 32 mill.tt. de producción no era correcta. Los valores de hecho podrían seguir increscendo y no son pocos los que buscan granos alternativos más baratos. Dentro de ese pelotón tenemos a la cebada forrajera y al sorgo.
Finalmente tenemos al trigo que juega un papel netamente local. Por más que en el mercado internacional los precios estén bailando al ritmo de la posibilidad de que las heladas compliquen la producción en EEUU mientras que Canadá apunta a mayor producción, y la demanda de China sobre EEUU sumada a la de Brasil genera precios interesantes, localmente con una cosecha de entre 9 y 10 mill.tt. sabemos que el trigo no alcanzará para abastecer al mismo tiempo a Brasil y las necesidades locales. A lo sumo se podrían autorizar unas 2 mill.tt. de exportación. La pregunta es cuando. Mientras que desde la exportación se demanda que se den señales claras para poder programar con tiempo los embarques y la negociación con Braisl, evitando así que sigan abriendo cupos de importación sin el arancel externo común, lo cierto es que con una cosecha muy mala en el noroeste, regular a mala en el centro y con final abierto pero con buenas perspectivas en el sur, es muy arriesgado confiarse. Es muy posible que se espere uno o dos meses mas para abrir las exportaciones cuando se tenga por seguro el nivel de producción.
Por esto lo que vemos es un mercado de 220 U$S/tt cuando la paridad de exportación está en 260 U$S/tt mientras que los mercados a término marcan subas importantes para marzo y julio. De la mano de esto creemos que los productores esperarán a que esos precios se plasmen en el disponible para vender. Ello pasará en el corto plazo cuando se abra la exportación, pero por un tiempo corto, ya que las necesidades de compra serán chicas. Luego veremos otro bajón de precios, y si la retención finalmente es férrea de parte de los productores, el repunte se dará bastante más adelante.
Los temas que desarrollamos en mayor extensión en esta oportunidad son:
Bajar derechos de exportación para generar ventas es un error. Esta semana se barajó como posibildiad bajar derechos de exportación de soja para la cosecha vieja para tentar a que el productor venda. Si bien reducir impuestos en 15 puntos implica 80 U$S/tt de mejora en el valor de la soja, lo cierto es que la razón por la que los productores no venden no es sólo el precio. Esta medida sólo hará que se precipiten ventas que de todas formas se iban a ir realizando.
Lenta siembra de maíz con fuerte ritmo en soja, y buen clima por delante. Esto podría implicar más paso de área de maíz a soja. Si bien en Buenos Aires el ritmo de simbra sigue muy rápido tanto para maíz como para soja, el porblema es Córdoba y Santa Fe, donde la soja avanza rápido y el maíz se queda. Es posible que esto nos esté dando una señal de que la intención de siembra para el cereal esté sobre estimada.