El nombramiento de un funcionario cercano al jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, como número dos de la Jefatura de Gabinete y la inminente salida de Guillermo Moreno buscarán mejorar la coordinación entre las diferentes áreas económicas del Gobierno, en un contexto en el que se esperan definiciones inminentes para frenar la pérdida de reservas.

Tras formular declaraciones (ver aparte), el ministro Axel Kicillof se fue hasta la Secretaría de Comercio Interior con Augusto Costa, reemplazante de Moreno, para tratar de acelerar la transición. El resultado, previsible, fue un cruce entre el ministro y el secretario saliente, porque Kicillof quiere que Moreno se vaya de inmediato de su oficina, para empezar a reordenar un área que en Economía consideran "caótica".

En el Ministerio se limitaron a decir que, en el encuentro, el nuevo jefe del Palacio de Hacienda le impartió "instrucciones" a Moreno hasta el 2 de diciembre, cuando está previsto que efectivice su paso al costado. Y le pidió que "se ponga a disposición de Costa" para lograr una transición ordenada.

Costa jurará hoy a las 18.30 como secretario, al igual que Emmanuel Agis en Política Económica, en una ceremonia prevista en el Palacio de Hacienda. Para el cargo de secretario Legal y Administrativo -clave, porque lleva la firma del ministro- anoche se definía el nombre porque se descartó llamar a Rodrigo Cuesta, un abogado ligado a Kicillof que es directivo de YPF. Quedarán en sus cargos Juan Carlos Pezoa (Hacienda), Adrián Cosentino (Finanzas) y Beatriz Paglieri (Comercio Exterior). En el Palacio de Hacienda esperan la renuncia de las autoridades del Indec, Ana María Edwin y Norberto Itzcovich.

En tanto, el director de Recursos de la Seguridad Social de la AFIP, Carlos Sánchez, ocupará el cargo de vicejefe de Gabinete, mediante un decreto que se conocerá hoy, indicaron calificadas fuentes oficiales, tras el primer día de definiciones, muy vagas, en torno a la política económica. El funcionario fue coordinador del gabinete fiscal cuando Jorge Capitanich fue jefe de Gabinete en el gobierno de Eduardo Duhalde. Contador, tiene un postgrado del CEMA.

Esta designación mejorará la sintonía entre una Jefatura de Gabinete que ya se involucró en forma muy activa en las cuestiones económicas, Economía y la AFIP, y que, para Kicillof, "funciona como la NASA". El organismo recaudador, que seguirá conducido por Echegaray, será utilizado como plataforma para las medidas que se adoptarán en las próximas semanas. La AFIP está a la espera de la posibilidad de que se suba el recargo del 20% aplicado a los gastos de turismo en el exterior, aunque desaconsejó tomar ese camino por varias razones.

Prevén devolver a los contribuyentes en 2014 el 60% de los $ 8000 millones que se recaudarán este año por este concepto. Si bien hay una ganancia financiera para el Estado, en el organismo creen que la sociedad ya le tomó el timing a este recargo, tal como se observa en el fuerte incremento de la demanda por los paquetes al exterior del último mes. De este modo, no hay un incremento sustancial en los ingresos del Estado, porque quienes quieren viajar entienden que, en pocos meses, recuperarían ese gravamen, ni actúa como un desaliento para estos viajes.

Si se eleva demasiado la presión del 20% (al 35%, que es la alícuota máxima de Ganancias), la AFIP podría enfrentar problemas en la Justicia por aplicar tasas confiscatorias.

Una tercera objeción es más conceptual, porque entienden que un problema cambiario sólo puede resolverse en forma temporal con un remedio fiscal, pero no más allá de un año.

El ministro, que hoy participará de la reunión convocada por Capitanich con empresarios y sindicalistas para continuar con el diálogo social, dedicó buena parte de su día a terminar la transición con el ex ministro Hernán Lorenzino, y ambos también se reunieron con la presidenta Cristina Kirchner en la residencia de Olivos. En los próximos días, se conocerá también el decreto que creará la Unidad de Reestructuración de la Deuda, a cargo de quien también aspira a ser embajador ante la Unión Europea.

Una fuente oficial consideró que "la designación de Lorenzino es también un aval a Amado Boudou", el vicepresidente que, mientras sigue jaqueado por las denuncias judiciales, intenta fomentar el pago de la deuda en default.