A pocos días de que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, llamara a "no comprar frutas de carozo mendocinas", los productores locales apuntaron contra el Gobierno y denunciaron que "el Estado no tiene en cuenta el problema climático que afecta a las economías regionales".
El funcionario nacional advirtió además que, si a fin de año el precio del durazno es demasiado alto, se abrirá la importación de frutas de carozo de otros países.
Antes estas declaraciones, Juan Riveira, presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Frutas Frescas de Mendoza (Aspeff), aseguró que, por la poca oferta que habrá en el mercado, es inevitable que los precios suban.
"Las heladas de septiembre, provocaron un daño promedio del 70% en las producciones de durazno de Mendoza. No hay ningún productor que tenga más del 50% de la cosecha en buenas condiciones", lamentó.
Raúl Aruani, gerente de la misma asociación, comentó que el precio del durazno lo pondrá el mercado. "Somos conscientes que el consumidor está dispuesto a pagar sólo hasta un determinado precio", señaló.
"El problema, es que aunque el precio suba, las ganancias no alcanzan para compensar al productor por los daños climáticos", explicó.
En términos comerciales, un informe de Fundación Ideal y publicado por Los Andes, demostró que por las heladas de septiembre, se perderán $ 1.345 millones para el sector fruta de carozo de Mendoza.
Carlos Quintero, de la Federación Plan Estratégico Durazno Industrializado, observó esta problemática y protestó por la no declaración de emergencia nacional en Mendoza. "No tienen en cuenta el desastre climático que afecta a las economías regionales", denunció.
Desde el Gobierno local, voceros del Ministerio de Agroindustria, aseguraron que esta semana concluirán los trabajos de verificación de daños por las heladas registradas en setiembre. "A partir de los resultados, la próxima semana podrían haber novedades respecto a las declaraciones de emergencia", prometieron.
Por último, sobre la amenaza de la apertura de importación, los productores de durazno no se mostraron preocupados, ya que los países que podrían importar, también tendrán malas cosechas.