Duró poco la primavera para el Banco Central: ayer tuvo que salir a vender nuevamente dólares. Tras la llegada, el jueves, de los billetes de los agroexportadores, la autoridad monetaria se vio obligada a desprenderse de US$ 45 millones –US$ 5 millones más que lo que había comprado el día anterior– para evitar que el billete se dispare.
No obstante, la divisa subió dos centavos a $ 5,97. El blue, por su parte, subió apenas un centavo a 9,83 pesos.
El jueves, durante la rueda que siguió a la nueva normativa que obliga a los exportadores de granos a financiarse en dólares en el exterior, el tipo de cambio había caído a $ 5,95. Esto fue posible porque aparecieron dólares frescos en el mercado, ya que según la autoridad monetaria, grandes cerealeras habrían liquidado órdenes de pago por US$ 200 millones, cuando en la semana anterior las ventas diarias del sector promediaron los US$ 66 millones.
Esa entrada adicional de divisas, le permitió al Central recomponer reservas el lunes. Había comprado US$ 40 millones y las reservas se incrementaron en unos US$ 10 millones al cierre de la jornada, a US$ 33.131 millones.
Ayer, cerraron a US$ 33.062 millones. Hubo menor entrada de divisas y la demanda pudo más. Hacia la apertura del mercado aparecieron ofertas de ambas puntas pero rápidamente los compradores sobrepasaron la oferta.
El paralelo por su parte, ayer subió un centavo, a $9,83. Así mientras el billete blue se desinfló cinco centavos en la última semana, el dólar oficial subió 4 centavos.
Al acelerar la suba del tipo de cambio, el Banco Central logró achicar la brecha con el paralelo. Así el blue cuesta ahora 65% más que el oficial, cuando una semana antes ese porcentaje se ubicaba en torno al 72%.
La expectativa de devaluación se exhibe también en los mercados de futuros. Para diciembre, los contratos en el Rofex se negociaron ayer con un dólar a $ 6,315, mientras que para junio llegaban a $ 7,18.