Un contexto internacional favorable marcado por el incremento del precio y la demanda, posiciona a la colza frente a una oportunidad única que exige mayor eficiencia. Para evitar pérdidas, los técnicos del INTA Precop dieron a conocer estrategias de manejo específicas.
Según cifras del Ministerio de Agricultura de la Nación, en la campaña 2012/13 se sembraron casi 87 mil hectáreas de colza con una producción promedio de 1.700 kilogramos por hectárea. Casi el 10 por ciento fue a pérdida, lo que representa más de 9 millones de dólares al año, según cálculos del INTA Precop.
Mario Bragachini, coordinador de INTA Precop, indicó que “la tolerancia de merma para este cultivo es de 100 kilogramos por hectárea, independientemente de su rendimiento” y afirmó: “En Colza y en cosecha directa el cabezal es el principal elemento a tener en cuenta en la regulación y cuidados, ya que provoca el 70% de las pérdidas”.
Para José Peiretti, técnico del INTA Manfredi, resulta “clave” aumentar la eficiencia y rentabilidad mediante “un manejo eficiente del cultivo” y, para ello, es fundamental “ajustar el momento de cosecha y regular las máquinas”.
En esta línea, para cosechar directamente la colza sin hilerar, Peiretti recomendó utilizar un cabezal Draper: “Los tradicionales presentan problemas en el traslado del material cortado hacia el centro del cabezal, ya que se introduce entre la batea y el sinfín, perdiendo fluidez”.
En cultivos voluminosos los especialistas aconsejan usar una cuchilla vertical en el costado derecho del cabezal. “Esto reduce las pérdidas y evita el excesivo desgrane al momento de separar el material cortado del material de la pasada”, indicó Peiretti.
Por otra parte, y previo a la cosecha, el especialista aconsejó “realizar el desecado previo del lote mediante una aplicación moderada de un herbicida químico, para lo que será fundamental el asesoramiento de un profesional en la materia”.
La elección entre una aplicación terrestre o aérea dependerá del desarrollo de las variedades y del clima dominante. “Para variedades de menor tamaño lo ideal será la terrestre mientras que para cultivos más voluminosos o años lluviosos se optará por la aérea”, aseguró Juan Marcos Giordano, del INTA Rafaela.
¿Cómo y cuándo cosechar?
El momento de corte es, para los técnicos del INTA Precop, “una situación de compromiso” en la que el productor debe equilibrar el porcentaje de granos sobremaduros de la planta con los granos que aún le falta maduración.
Para facilitar esta tarea, Giordano aconsejó dividir a la planta en tres tercios: el inferior será la parte más madura con predominancia de granos negros; en el medio habrá granos rojizos y en el superior habrá más de color verde. “Cuando se realizar esto, es un momento adecuado para iniciar el trabajo, coordinado con el clima y la capacidad de los equipos de cosecha”, explicó.
En cuanto a la regulación del sistema de trilla para colza los técnicos sugieren “comenzar los lotes con un régimen de giro entre 500 a 600 rpm y mantenerse atentos al desarrollo del trabajo y al estado del material trillado”.
Por su parte, en los sistemas axiales recomiendan colocar como primera camisa una de cosecha fina y las dos consecutivas, de gruesa para facilitar el colado del material. “La separación entre rotor y camisas será la utilizada con la soja y, de ser necesario, se cerrará progresivamente según avanza el trabajo”, explicó Peiretti.
Pequeños y escurridizos
Los granos de colza son pequeños y esféricos, lo que facilita su filtración por los diversos orificios de la cosechadora. Para evitar esto se puede optar por obstruir el acceso mediante el uso de grasa de litio, productos siliconados o cinta adhesiva.
En cuanto a su separación y limpieza, los técnicos destacan la importancia de contar con una libre circulación del material y una ventilación moderada. Giordano apuntó: “Deben inclinar hacia atrás las lonas de retención colocadas sobre los sacapajas en cosechadoras convencionales y retirar las crestas levantapajas”.