El Gobierno Nacional debe oficializar de inmediato la importación formal de trigo ante la falta de trigo de calidad, en el actual contexto de alta inflación crónica de más 25% que viene minando los ingresos de todos los trabajadores y jubilados. Qué contradicción la de este gobierno que se dice progresista, aplica el impuesto más regresivo para los pobres como es el inflacionario.
Quiero dejar nuevamente aclarado que la incidencia del trigo en la estructura de costos del pan es como máximo del 10%, por lo tanto el trigo tiene una parte de responsabilidad en la suba del precio del pan. Todos los otros aumentos de costo son consecuencia, de una economía sin conducción profesional centralizada que ha provocado una distorsión de precios relativos que se vienen expresando con un aumento generalizado de los costos en dólares.
Se va terminando el trigo de calidad por lo tanto necesitamos importar 200 mil TT por mes, para poder abastecernos en noviembre y diciembre en calidad y cantidad hasta la entrada de la nueva cosecha de la zona central del país. Hay que asumir que la cosecha del norte del país representa el 5% del total y por factores climáticos es años sería de mala calidad, por lo tanto no va a cambiar el panorama actual. La suba inédita del precio del trigo disponible ya superó los 630 dólares, mientras el trigo para enero 2014 es de 240 dólares en el MTba. Mi pregunta: ¿Quién va a especular guardando trigo, si el precio del MTba para enero es de 240 dólares? Salvo que no esté en su sano juicio un productor o intermediario, estaría guardando trigo para perder en 60 días más de 390 dólares. Con estos valores de mercado, no puede haber ninguna especulación de productores e intermediarios.
La actual suba inédita del precio del trigo es por faltante de producción, consecuencia de las nefastas políticas del gobierno de cuidar las mesas de los argentinos, que provocó además que el país perdiera a uno de los mayores compradores de trigo del mundo como es Brasil con quien tenemos condiciones especiales por estar dentro del Mercosur. Esto lo conoce muy bien la industria molinera y sabe perfectamente que no se pueden repetir y acompañar políticas de este tipo, para no repetir nunca más la actual situación.
Es de esperar que en el futuro todos los actores de la cadena triguera, se sienten a la misma mesa de discusión, para fijar las políticas futuras que permitan aumentar la producción para poder abastecer simultáneamente el mercado interno y externo, sin aceptar políticas que distorsionen los mercados fijadores de precios, como hacen otros países productores.
Por Arturo Navarro
Fuente: Años de Campo