El trigo de la última cosecha prácticamente se terminó y las dificultades en el abastecimiento del cereal y de harina podrían seguir un mes más, hasta que ingrese de lleno la nueva cosecha, con el consecuente impacto en los precios para el consumidor.
En las próximas semanas, comenzará a cosecharse el trigo del Norte. No será para la salvación. De allí podrían venir algo más de 400.000/500.000 toneladas. Una producción menor a lo previsto porque la falta de lluvias mermó el potencial de producción.
Sólo en diciembre, con la cosecha a pleno en la provincia de Buenos Aires (que produce más del 50% del trigo del país), podrá aliviarse definitivamente el abastecimiento.
"El alivio fuerte será en diciembre, mientras que en noviembre será menos grave [el abastecimiento] que en octubre . El Norte serviría de puente", dijo Matías Ferreccio, presidente de la Asociación Argentina de Trigo (Argentrigo).
Leandro Pierbattisti, asesor de la Federación de Acopiadores, opinó que el trigo "primicia", como se conoce al del Norte, no aliviará en lo inmediato al mercado. "Habrá que esperar más bien a diciembre", pronosticó.
En la industria molinera son conscientes de que la situación de tensión no se resolverá tan de prisa. "Va a haber problemas en la entrega de harina por un mes más", anticiparon en una conocida empresa.
Diego Cifarelli, presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), se mostró más optimista. "Ya se empieza a levantar la cosecha del Norte, y en dos o tres semanas esto tiende a normalizarse. La situación actual es circunstancial", dijo. En las últimas dos semanas, el precio del trigo de la última cosecha tuvo una suba imparable y llegó a los $ 3800 la tonelada, todo un récord.
En teoría, el trigo de la última cosecha ya es historia. El productor Néstor Roulet aportó un dato. "Según surge de datos del Ministerio de Agricultura, la molienda mensual promedio de trigo fue de 440.000 toneladas, lo que da hasta fines de septiembre un total de 3,9 millones de toneladas. De acuerdo con los mismos datos oficiales, los molinos compraron 3,7 millones de toneladas, pero molieron 3,9 millones de toneladas. Indudablemente, el stock de la industria está en cero", afirmó.
Otro dato: según Agricultura, la producción fue de 8,2 millones de toneladas, mientras que industria y exportadores -estos últimos también dicen no tener más trigo- adquirieron 8,7 millones.
La falta de trigo golpeó la actividad de los molinos. Según datos de la industria, en agosto la molienda cayó 20,9% respecto de igual mes de 2012. Además del poco trigo, el cierre de las exportaciones de harina fue determinante. En rigor, en enero/agosto de 2013 las ventas al exterior de harina se derrumbaron, contra igual período de 2012, un 82,2% y fueron de sólo 107.048 toneladas. Brasil y Bolivia fueron los mercados más afectados por el freno a las exportaciones que dispuso, en junio pasado, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.