“Están hablando de 500.000 a 600.000 hectáreas de algodón, pero con los ojos puestos en las lluvias”, graficó la ingeniera Diana Piedra al elaborar el Índice A Cotlook (un indicador de precios de referencia mundial). Así, reflejó la mirada internacional sobre el país en la previa al inicio de la siembra algodonera 2013/14. “Será una nueva prueba de fuego. Más allá de las intenciones de siembra positivas y de las últimas lluvias, hay que ver cómo se comporta la campaña con nuestros meses tan calurosos”, analizó.

Piedra, integrante del staff del INTA Centro Regional Chaco - Formosa, es la coordinadora nacional del Programa Integrador Algodón y del Programa Nacional Cultivos Industriales de organismo, y desde hace dos semanas preside la Asociación Latinoamericana de Investigación y Desarrollo del Algodón (Alida). En declaraciones a Radio Universidad, marcó la paradoja algodonera, ya que se trata de un cultivo que tiene condiciones para atravesar los “meses tan calurosos” característicos del Chaco. “Será una prueba de fuego para el sistema de surco estrecho y para todo lo que venimos trabajando en tecnología”, señaló, y dijo que “será una campaña interesante”.

“Será una nueva prueba de fuego. Más allá de las intenciones de siembra positivas y de las últimas lluvias, hay que ver cómo se comporta la campaña con nuestros meses tan calurosos”, analizó Diana Piedra, del INTA, sobre la próxima siembra algodonera en el Chaco.

Asimismo, Piedra marcó también como un componente extra de la actual campaña algodonera el rol que juega China, dadas sus existencias que rondan las 7 a 8 millones de toneladas de algodón y la incógnita que significa el destino de esa producción. “Nunca hubo un stock tan alto en el mundo. Se habla de 20 millones de toneladas en todo el mundo, que están listas para salir a gravitar en el mercado en cualquier momento”, resaltó.

Las expectativas en torno al algodón en el Chaco devienen de las magras siembras precedentes y, en menor medida, por los valores del textil. La última campaña 2012/13 concluyó en la provincia con alrededor de 150.000 hectáreas cosechadas de algodón y rindes promedios de 1340 Kg/ha de algodón en bruto (con máximos de 3800 kg/ha y mínimos de 200 Kg/ha), según datos provistos por el Ministerio de Producción de la provincia.

Por otra parte, dio cuenta de algunos datos que presagian la siembra algodonera. “Hablé con gente de Genética Mandiyú y son muy optimistas en cuanto a la cantidad que se sembrará”, comentó. Asimismo, dijo que el INTA dispone semillas pero para la siembra en sistema convencional, cuando actualmente el 99% del algodón se implanta con semillas transgénicas.

Según la visión de la investigadora, ese avance en materia de lucha contra el picudo marcaría la inclusión de países que quedaron fuera del rubro algodonero, como Bolivia, Perú, Nicaragua y otros del continente. “Tenemos dos realidades: hay puntos en común muy fuertes como el picudo y su impacto, y la realidad de los pequeños productores algodoneros”, comentó, y agregó también el costo de la semilla transgénica entre esos denominadores comunes que igualan a varios países sudamericanos.