Estos datos surgen del último informe elaborado por los equipos técnicos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires que da cuenta de la posibilidad de incrementar al menos un 2,5 por ciento interanual la superficie a sembrar con este cultivo oleaginoso.
Esta previsión realizada por los especialistas, da cuenta de la posibilidad de contar con un área de 20,2 millones de hectáreas cubiertas con soja en el presente ciclo, "cifra que representaría un nuevo récord nacional de superficie destinada a este cultivo".
Cuando aún faltan "pocas semanas" para que se de comienzo a las labores de siembra oleaginosa, los estudios técnicos comentan la posibilidad de "continuar concentrando área (oleaginosa) a lo largo de toda la región agrícola".
Dicho incremento estaría vinculado íntimamente con la sequía que afectó a buena parte del área agrícola nacional y que frenó la siembra de maíz, hecho que por variables tanto económicas como financieras llevaría a los productores a optar por la soja.
Desde la bolsa porteña se indico que "una menor área prevista de siembra para maíz con destino a grano comercial liberaría lotes que podrían ser ocupados con soja de primera", algo que sería definido por factores tales como "costos de implantación y precios de mercado".
También se estarían incorporando lotes que oportunamente estaban anegados, esto puede constatarse en el caso de importantes extensiones ubicadas en el centro y oeste bonaerense, noreste de La Pampa, sudeste y este de Córdoba y campos del centro y sudoeste de Santa Fe.
Estas áreas en su conjunto sumarían más de 630 mil hectáreas sobre un total de cerca de un millón de hectáreas que no pudieron ser implantadas con los habituales cultivos de verano durante el ciclo previo.
En la última semana se lograron algunos avances aunque la siembra de maíz mantiene un retraso interanual considerable respecto a la pasada campaña, cuando hasta el momento se cubrió casi un 14 por ciento de las 3,46 millones de hectáreas proyectadas para el presente ciclo.
En el extremo sur de la región agrícola, la caída relevada en la siembra de cebada fue parcialmente ocupada por trigo, y esto podría generar -según los informes técnicos- una leve reducción en el área a cubrir con soja de segunda ocupación.
Usualmente el cultivo de cebada se cosecha de manera temprana y esto permite que gran parte de esta superficie se traslade posteriormente a soja de segunda, pero en el caso del trigo, su cosecha resulta más tardía y esto provoca que una parte importante de los cuadros no pueda ser posteriormente resembrada en años normales.