La estimación de los resultados económicos en la época de siembra de los cultivos de Gruesa bajo el concepto de que sean una herramienta de análisis que contribuya en la toma de decisiones productivas por parte de los productores presenta una limitante esencial: predecir los rendimientos y precios a época de cosecha que determinarán finalmente el resultado del negocio.

Si bien por el lado de los precios existen herramientas de mercado que permiten efectuar distintas estrategias para asegurar un resultado económico (las distintas coberturas que permiten los Mercados de futuros y opciones), dada la volatilidad de estos mercados.

El otro factor lo constituyen los rendimientos esperados, (utilizados para el cálculo de margen bruto en situación normal para el nivel tecnológico considerado en cada cultivo), ya que la difícil predicción a largo plazo de las condiciones agroclimáticas genera cierto nivel de incertidumbre con respecto a los rendimientos reales a lograr.

El informe fue elaborado por el Ing. Agr.  Juan Carlos Tosi, del Área de Economía de la Estación Experimental Agropecuaria (E.E.A.) Balcarce-INTA. A modo de referencia, se muestra la variabilidad en los rendimientos de las últimas campañas para cada cultivo, con datos del Sistema integrado de Información Agropecuaria del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación (MinAgri) considerando el promedio de los cuatro partidos que comprende la zona Mar y Sierras.

Si bien los rendimientos tienen un coeficiente de variación relativamente bajos (del 17% al 20%), para el bolsillo del productor los resultados obtenidos con 1.475 kg/ha ó 2.675 kg/ha en girasol, de 3.856 ó 7.875 kg/ha en maíz y de 1.375 kg/ha ó 2.740 kg/ha en soja marcan una diferencia decisiva en el resultado económico obtenido.

Por este motivo, además de estimar los posibles resultados económicos de los cultivos estivales para la próxima campaña, se incluye para cada uno un análisis de sensibilidad considerando variaciones de rendimientos y de precios.

La heterogeneidad de los sistemas de producción presentes en la zona, genera una gran diversidad en las alternativas y niveles tecnológicos de los distintos cultivos implantados en dicha zona.

En este artículo se consideró la combinación de actividades y modalidad de producción de un sistema característico de la zona, que por uso del suelo es Predominantemente Agrícola, típico del sudeste de la provincia de Buenos Aires, formando parte de la gran zona Mixta del Centro Sur, abarcando los partidos de Tandil, Balcarce y la zona más continental de los partidos de Necochea y Lobería.

En la zona se combinan la actividad agrícola – con trigo, cebada, soja, maíz y girasol como principales cultivos – y la actividad ganadera, basada esta última en la producción de carne bovina.

En la mayoría de los cultivos predomina la modalidad de siembra directa, presentándose las estimaciones de resultados de los cultivos de girasol, maíz y soja. Además se incluyen los resultados en convencional ya que dependiendo la disponibilidad de maquinaria y la escala en algunos sistemas de producción se siguen utilizando. Dichas estimaciones se realizan para los rendimientos medios esperados para los niveles tecnológicos aplicados, a lo que se agrega el análisis de sensibilidad ya mencionado, solo en la modalidad de siembra directa.

Para valorizar los costos, se utilizaron los precios vigentes en Agosto de 2013, tanto para las labores (valores de contratistas de la zona) como los gastos de cosecha, gastos de comercialización y fletes. Los precios de los insumos (agroquímicos y fertilizantes) se tomaron a valor dólar con una cotización de 5,67 $ por u$s. Las estimaciones de los indicadores económicos se realizaron con precios de productos e insumos sin IVA.

 

 De la información presentada, el Ing. Tosi concluye en que, desde el lado de los precios de los productos, es necesario evaluar estrategias que permitan asegurar un resultado económico al esfuerzo productivo; pensando en las coberturas que permiten los Mercados de futuros y opciones. Fijar precios para la cosecha futura puede convertirse en una óptima decisión.

De los tres cultivos estivales (Maíz, Girasol y Soja), los mayores costos directos corresponden al maíz, donde se destaca la alta participación de los fertilizantes fosforados y nitrogenados dentro de los mismos, superando el 25%, lo que requiere un uso eficiente de este recurso para optimizar el resultado final de la actividad, siguiendo en importancia el valor de la semilla. La soja en Directa es el cultivo que menores costos directos presenta.

Para la modalidad en Siembra Directa, los mejores márgenes, para los rendimientos y precios considerados corresponden a soja y girasol mientras que el del maíz se encuentra por debajo. De cualquier forma, ligeras variaciones de rindes y precios pueden modificar estos resultados, por lo cual hay que considerar el análisis de sensibilidad, pero los resultados económicos son un elemento más a tener en cuenta en la toma de decisiones, por cuanto otros aspectos, como la situación financiera de cada productor, es determinante para la elección de cultivos que impliquen comprometer una mayor cantidad de dinero.

No debe dejar de considerarse que los resultados presentados, como todo análisis parcial, permite comparar entre actividades, pero a los mismos deben agregarse, en el caso de campo propio los costos de estructura o de realizarse en campos de terceros, el valor del arrendamiento para conocer el resultado final del negocio.

Para finalizar, Tosi sugiere que, antes de tomar cualquier decisión, cabe proponer que cada productor realice una evaluación similar, contemplando su propia situación de formas de venta, arrendamiento, uso de insumos y rindes promedio.

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