La responsabilidad social empresaria supera el mero resultado económico, afirmó hoy Luis Ulla, Director Ejecutivo de IARSE (Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria), en el marco del XX Congreso CREA, que se realiza hasta mañana, viernes, en el Estadio Orfeo de la ciudad de Córdoba.
“El concepto de sustentabilidad empresarial ya está generalizado. No hay duda de que supera la dimensión del negocio. Hay que insistir en la diferencia ente negocio y empresa”, señaló Ulla.
Agregó: “Nuestra forma de obrar impacta sobre los demás. Ser socialmente responsable es sentirse parte de algo común. Hay que saber que la forma de actuar de una empresa afecta al conjunto al cual pertenece y también a los demás conjuntos de la vida. Orientar la empresa hacia la sustentabilidad es llevarla hacia la convivencia”.
Ulla formuló una pregunta inquietante: ¿En qué punto estamos parados en materia de sustentabilidad y responsabilidad social empresarial? “Hay cierto acuerdo en que no estamos bien rumbeados. Hoy se habla de una crisis multidimensional, que abarca lo ético y cultural, lo económico y el impacto sobre el ambiente. Pero esa integralidad de la crisis nos permite ver qué se espera de la organización empresa. Como los orientales, hay que darle un sentido de oportunidad a esta crisis”, afirmó.
“Lo que estamos haciendo como empresa no sólo nos afecta a nosotros en el presente, sino que está vinculado con la cadena de la vida. En este momento, somos un eslabón, pero lo que hagamos será decisivo para que esa cadena continúe”, destacó. Añadió que “la sustentabilidad dejó de ser una moda. Tal vez sea el único modo de ser que nos quede”.
También destacó la importancia de comunicar el desarrollo integral de la empresa. “Si solo doy cuenta de la creación de valor económico, me van a ver de manera sesgada, van a advertir sólo una parte de mi esfuerzo diario. Y así se pone en riesgo lo que se llama licencia social, que es la aprobación que una comunidad le da a una empresa por lo que está haciendo. Es una aprobación permanente. Como si la sociedad en la que se mueve una empresa le dijera “me gusta que existas”, “me gusta que hagas lo que haces”. Esa es la licencia social para operar. Es un bien intangible”.
En otro pasaje de la conferencia, señaló que “tenemos que ir pensando en estrategias de innovación social y ambiental que estén ligadas al negocio. Entonces vamos a pasar a hablar de responsabilidad social como un sinónimo de gestión. Una empresa es como quien la maneja”. En el mismo sentido, agregó que la responsabilidad social empresarial es “crear valor económico a la vez que se crea valor social. Es el desafío de establecer un nuevo balance, que está ligado a la pasión, al compromiso y al orgullo, porque ya no sólo estamos construyendo valor económico, sino que estamos construyendo valor para nosotros y para los que viven con nosotros”.
Finalmente, explicó que la responsabilidad social es la relación ética y transparente que la empresa establece con todos los públicos con los que se relaciona. “Ese es nuevo desafío: tener metas empresariales duras que compatibilicen con el desarrollo social sustentable, preservando el desarrollo ambiental y cultural para las futuras generaciones”, resaltó.