Como consecuencia del fenómeno climático, se produce una serie de modificaciones en la arquitectura del cañaveral y el contexto general de la cosecha.

Por lo tanto, técnicos del Grupo Caña de Azúcar y el PRECOP del INTA Famaillá ofrecen algunas pautas que deben tener en cuenta los productores para no incrementar las pérdidas durante la cosecha:

· Ante el efecto del frío y la deshidratación, se presentan cañaverales más frágiles, lo que puede generar un mayor “quiebre” de tallos durante el avance de la cosechadora, incrementando las pérdidas de precosecha. Por ello, en base a experiencias de la Red de Eficiencia de Cosecha Integral de la EEA Famaillá, se sugiere controlar y regular la velocidad de avance de la máquina, como así también la altura del rolo volteador.

· Actualmente, se registra una menor densidad y peso de tallos, lo que eleva la posibilidad de mayores pérdidas por soplado. En cuanto a las regulaciones del extractor primario, se recomienda ir buscando el punto de equilibrio en pérdidas por soplado y porcentaje de trash de materia prima para encontrar la velocidad conveniente en cada lote, que oscila entre las 900 y 1000 r.p.m.

· Por el incremento de las quemas accidentales, los lotes afectados también aumentan su fragilidad. La ausencia de hojas dificulta la recolección de la cosechadora por una acción menos efectiva de los rolos divisores. En este caso, se sugiere regular la velocidad de avance, la altura del rolo volteador y minimizar las r.p.m del extractor primario (lo más bajo posible).

· Como se debe acrecentar el ritmo de cosecha por la severidad de las heladas y el efecto de las quemas se asume, equivocadamente, que una mayor velocidad de avance en la máquina permite cosechar más caña. En realidad esto provoca mayores pérdidas de materia prima. Por lo tanto, se recomienda realizar los monitoreos correspondientes de pérdidas siguiendo la metodología del INTA para disminuirlas en tiempo real dentro del campo. La proporción aceptada de pérdidas totales es del 3% del rendimiento cultural; la mitad de ese porcentaje es en Precosecha y la otra mitad distribuida en caña trozada (25%) y caña soplada (25%).