Argentina perdió el viernes 23 de agosto su apelación contra una orden de un juez que le exigió pagar 1.330 millones de dólares a acreedores con bonos que no aceptaron participar de dos reestructuraciones de deuda soberana impaga, pero un pedido de suspensión del fallo seguirá vigente, según informó la agencia Reuters.
La corte de apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York dijo que el cumplimiento del mandato judicial se mantendrá pendiente de que la Corte Suprema de Estados Unidos resuelva una apelación de una decisión anterior, lo que aleja un inmediato eventual nuevo default del país sudamericano.
Argentina cayó en default hace más de una década, cuando declaró la imposibilidad de honrar una deuda de 100.000 millones de dólares. El país reestructuró sus obligaciones en el 2005 y el 2010 aplicando severas quitas a los inversores, pero los acreedores no aceptaron participar de esas operaciones y entablaron una batalla legal.
La decisión de la corte de apelaciones supone una victoria para los llamados "holdouts", o tenedores de bonos pendientes de pago encabezados por NML Capital Ltd, una unidad de Elliot Management Corp de Paul Singer, y Aurelius Capital Management.
El juez de circuito estadounidense Barrington Parker dijo que la corte cree que "es justo que un acreedor reciba lo que negoció y a lo que, por lo tanto, tiene derecho, aún si otros acreedores cuando reciben lo que negociaron no obtienen lo mismo".
"Como la decisión de la corte no hace otra cosa que obligar a Argentina a mantener su obligación contractual de igual trato, no vemos abuso de discreción", agregó.
Pero, los activos argentinos reaccionaron favorablemente a la decisión debido a que da más tiempo judicial al Gobierno.
Ahora, la única instancia de apelación que le queda a la Argentina para apelar es la Corte.
Holdouts: seguir comprando tiempo- Por Tomás Bulat
En una nota editorial para Infobae, el economista Tomás Bulat, expresó que el fallo de la Cámara de Apelaciones de Nueva York “no trajo muchas sorpresas. Fue contra el pedido de Argentina pero mantuvo la situación de stand by hasta que resuelva la Corte Suprema. Es decir, no tomó medidas como en su momento el juez Thomas Griesa de retener los fondos de los pagos de la deuda renegociada que se hacen a través de la Reserva Federal de Nueva York”.
Asimismo, Bulat agregó: “El fallo se puede considerar favorable a la intención del gobierno, que es patear la pelota para adelante. Es como en general trata todos los problemas de fondo de la Argentina: se los elude y se compra tiempo. Por lo tanto ahora queda ver qué resuelve la Corte Suprema, es decir, si acepta o no acepta el caso. Si no lo acepta entonces se confirma el fallo de la Cámara y ésta tendrá que resolver cómo hace efectiva la medida. Si embarga los fondos, y de ser así cómo hace el gobierno para no entrar en default técnico. Si la Corte lo acepta, empieza todo de nuevo y el fallo puede extenderse”.
También recordó que “a fines del 2014 vencen dos temas importantes. El primero es que vence que la cláusula del más favorecido, por lo que ya no va a ser obligación igualar las ofertas entre bonistas. Segundo, aunque es un tema algo menor, también vence la Ley Cerrojo.”.
Y concluyó: “En otras palabras, no hubo novedades en el frente externo. Se sigue comprando tiempo. Pero alguien finalmente tendrá que hacerse cargo y supongo que el gobierno espera que sea el que viene”.