Otras cartas todavía permanecen ocultas, como las referidas a la comercialización del cereal.
Una de las cartas que está visible es la razonable evolución agronómica inicial de los cultivos en las regiones trigueras Norte y Sur. Los más favorecidos por las lluvias son los del este del territorio (Entre Ríos, norte, centro y sudeste de Buenos Aires).
En tanto que los trigos muestran menor desarrollo en el oeste bonaerense y en el centro y sur de Santa Fe, donde "la humedad está muy justa y no vendrían mal 50 milímetros", según un productor de Rufino. Los menos favorecidos son los de Córdoba y los de La Pampa, siguiendo una tendencia decreciente de precipitaciones hacia el interior del territorio.
"Las variedades de ciclo largo ya están macolladas en la región triguera norte; las de ciclo intermedio ingresan en esa etapa y las de ciclo corto ya desarrollaron dos hojas", cuenta un asesor de Junín.
Los stands obtenidos son satisfactorios y no sufrieron ataques significativos de insectos, ni mancha amarilla, ni de roya. En algunos lotes se están aplicando las dosis de fertilización nitrogenada complementarias en los casos en que se resolvió no arriesgar todo a la siembra. "Muchos productores están tomando seguros contra granizo y heladas, a la luz de lo vivido en campañas anteriores", apunta el técnico.
La siguiente carta por destapar está referida a las condiciones hídricas durante la floración, que prometen ser buenas según los pronósticos alentadores de los meteorólogos de las lluvias para la primavera.
Comercialización difícil
Las cartas que todavía no se ven son las referidas a la comercialización del cereal: hay un spread de 227 dólares por tonelada entre los 418 dólares del trigo Disponible y los 191 de la posición enero del Mercado a Término.
¿Cómo se resuelve esa parte del juego? Nadie lo puede saber, aunque se pueden hacer algunas conjeturas. La primera es que los productores del norte del territorio que ofrezcan mercadería temprano -en algún momento de noviembre- tienen posibilidades de obtener un precio más cercano al actual.
"El mercado primicia se cotizará como nunca", adelanta el corredor Ricardo Baccarin, que pronostica una situación menos favorable para los productores del sur de Buenos Aires.
Otra proyección del consultor es que el mercado interno se alineará, finalmente, con el internacional a medida que ingrese mercadería en el circuito comercial. En ese sentido, el precio de enero de 2014 que ofrece el Mercado a Término -191 dólares por tonelada- no es malo comparado con los niveles históricos, ni con la cebada, que se cotiza a 173 dólares por tonelada para la misma fecha.
Empalme de precios
Por su parte, Sebastián Olivero, titular de la consultora Agro Tecei, prevé que los precios de la cosecha "vieja" seguirán firmes en las próximas semanas por la escasez de mercadería. El click entre los precios viejos y los nuevos recién podría ocurrir cuando la cosecha avance en el sur de Córdoba, en el sur de Santa Fe y en el norte de Buenos Aires, porque el aporte de la primicia en el norte de Santa Fe y de Córdoba es acotado en relación a la producción nacional total.
Por otra parte, considera previsible que el Gobierno continúe con su política actual de no emisión de permisos de exportación hasta que tenga plena certeza de que el volumen final de la cosecha alcance para abastecer al mercado interno.
Hacia fines de 2013, principios de 2014, cuando se complete la recolección del trigo, otro analista no descarta la posibilidad de un efecto "puerta 12" con la oferta. Justifica ese pronóstico en la fuerte iliquidez que sufren muchos agricultores luego de dos años de bajos rindes, elevados impuestos y mayores costos de vida y de implantación de los granos gruesos. Por esa razón, aconseja a quienes deban cosechar tarde analizar la posibilidad de cubrir al menos una parte de la producción esperada con los precios que hoy ofrecen los mercados a término.
Mientras tanto, el mercado internacional del trigo da pocas esperanzas. "Está planchado porque se estima una producción de 40 millones de toneladas más que en el ejercicio pasado, que llevaría el volumen final a casi 700 millones de toneladas en todo el mundo", cuantifica Olivero.