Los precios de la soja repuntaron ayer en la Bolsa de Chicago, luego de que el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, en sus siglas en inglés) recortó de 93,08 a 88,60 millones de toneladas su previsión para la cosecha estadounidense 2013/2014 de la oleaginosa en su informe mensual de oferta y demanda de granos. La noticia resultó una invitación a volver al mercado para los fondos de inversión especuladores, que en las semanas anteriores habían liquidado un volumen importante de contratos, con el consecuente efecto bajista para las cotizaciones.
Y la invitación fue aceptada. Durante la rueda, los fondos compraron unos 12.000 contratos de soja, equivalentes a poco más de 1,6 millones de toneladas. Al cierre de la jornada las pizarras mostraron alzas de US$ 12,12 y de 15,80 sobre los contratos agosto y noviembre de la oleaginosa, cuyos ajustes resultaron de 504,77 y de 450,21 dólares por tonelada.
El recorte productivo calculado para los Estados Unidos respondió fundamentalmente a la caída del rendimiento promedio de los cultivos. En efecto, tras las recorridas a campo los técnicos del organismo proyectaron un resultado de 28,65 quintales por hectárea, por debajo de los 29,93 quintales previstos en julio y de los 29,39 quintales calculados por los operadores privados, que en la previa del informe oficial habían estimado la producción estadounidense en 91,36 mill./t.
Como efecto lógico de la caída de la cosecha, el USDA también reflejó una fuerte baja de las existencias finales de la campaña 2013/2014, que retrocedieron un 26%, al pasar de los 8,04 millones de toneladas de julio a 5,99 millones, con lo que quedaron también por debajo de los 7,13 millones esperados por el mercado.
Más allá del impacto alcista de las cifras reveladas por el USDA, muchos operadores no creen que el volumen proyectado por el organismo resulte lógico, sobre todo por el antecedente dejado por la campaña anterior, cuando pese a que los campos estadounidenses soportaron la peor sequía de los últimos 50 años la producción de soja fue de 82,06 millones de toneladas. Hoy, que el clima es mucho más amigable con los cultivos que entonces y que la superficie apta para la recolección es levemente superior, no parece certero un volumen de cosecha de sólo 88,60 millones. Esa desconfianza habría sido el motivo que limitó ayer las subas en Chicago.
Así, el clima seguirá teniendo un papel fundamental en las próximas ruedas. Un tiempo seco y caluroso le brindará más sustento al informe mensual y afianzará las cotizaciones de la soja. De lo contrario, si se repiten lluvias y temperaturas normales, la desconfianza seguiría limitando el repunte de los valores.
En el mercado disponible local se reflejó la tónica alcista externa. En efecto, las fábricas ofrecieron en forma abierta $ 1620 por tonelada de soja disponible en San Martín, General Lagos, San Lorenzo y en Timbúes, $ 40 más que el viernes pasado. "Sin embargo, un comprador más necesitado estaba en condiciones de pagar $ 1690 por lotes, mientras que otro mejoraba hasta los $ 1700", indicó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en su reporte diario.
Los exportadores ofrecieron $ 1700 por tonelada de soja en Bahía Blanca y $ 1660 en Necochea, $ 40 más que el viernes pasado.
Por soja de la próxima cosecha la demanda ofreció hasta US$ 275 en la zona de Rosario, 2 dólares más que en la rueda anterior.
En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), las posiciones septiembre y noviembre de la soja subieron US$ 7,70 y 7,30, mientras que sus ajustes fueron de 309,70 y de 309,10 dólares por tonelada.
Acerca del maíz, las pizarras de Chicago mostraron ayer subas de US$ 2,46 y de 4,23 sobre los contratos septiembre y diciembre, cuyos ajustes fueron de 185,82 y de 182,67 dólares por tonelada. Al igual que en el caso de la soja, las subas fueron motivadas por el USDA, que recortó su previsión sobre la cosecha de EE.UU. (como se amplía por separado).
En el mercado local, los exportadores ofrecieron US$ 145 en Bahía Blanca y US$ 150 en Necochea. El maíz nuevo se cotizó a US$ 155 en San Martín, con un alza de US$ 5. En el Matba, la posición abril subió US$ 2,50 y quedó con un valor de US$ 157,50.
El trigo argentino de la nueva cosecha se negoció a US$ 193 en Bahía Blanca, con un alza de US$ 3. En San Martín el cereal se mantuvo en US$ 195 y en Necochea, en US$ 190.