El camino iniciado hace seis años por el destacado cooperativista Alfredo Kallus, se consolida. La yerba mate suma consumidores en el mercado asiatico. Asi lo reveló Tadamasa Ikima, director comercial de Atree Co, en una reunión que mantuvo el lunes con el presidente del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), Luis Prietto, y directores de esta institución, y el presidente de la Cooperativa Agrícola Limitada de Ruiz Montoya, Guido Rem, en la ciudad de Posadas.
La firma Atree Co comercializa el producto de la tierra colorada en Japón en el marco del Proyecto de Intercambio y Cooperación de Agricultores Nikkei de América del Sur (nikkei significa desendientes de inmigrantes japoneses). Fue Alfredo Kallus -quien falleció en agosto del año pasado- uno de los más férreos impulsores de la yerba mate en el mercado asiático. Tadamasa Ikima recordó ese inicios: “Fue él (Kallus) el que nos convenció de incursionar el camino de la yerba mate: Había ido a Japón a promocionar la yerba mate que producían en la cooperativa. ‘Deseo difundir la yerba menos contaminada para las próximas generaciones’, nos dijo. Y nos gustó su ideario, la decisión de dejar algo bueno para las próximas generaciones un buen alimento”, dijo.
De esta manera, en el 2006 la Cooperativa Agrícola Limitada de Ruiz Montoya inició - previo convenio con Atree Co- la exportación de yerba mate en saquitos y a granel, sin envasar, a Japón. Actualmente se envían unos 10 mil kilos envasados por año, y se suman nuevos consumidores. El presidente de la entidad misionera, Guido Rem, reveló que mediante esta operatoria lograron incursionar en el mercado de Hong Kong (China). “O sea, ya pusimos un pie en China”, indicó.
Tadamasa Ikima, por su parte, explicó a los directores del INYM que el año pasado la multinacional Coca Cola desembarcó en el mercado nipon con una bebida refrescante a base de yerba mate, que identifican como Pet.”Gracias a esto, muchos japoneses están conociendo el producto, se está ampliando el mercado.
Nosotros, poco a poco, pero en firme, queremos aumentar el volumen de venta”, manifestó el empresario de Japón.
¿De qué manera se consume y por que creen que es aceptada?, preguntamos a Tadamasa Ikima. “El mate con bombilla, si bien es aceptado en el mercado asiático, no es la modalidad más utilizada. Los japonenes y también los chinos, consumen la yerba mate en saquitos y en polvo, y yerba mate en frío, en Pet, y si es sin azúcar, mejor”, contó. “Yerba mate es una infusión para mantener buena salud, básicamente, además puede ser como infusión energizante”, agregó convencido. Y anunció: “Nosotros vamos a difundir la posibilidad de comer yerba mate. ¿Cómo? Mezclando directamente la hoja molida en helados, tortas, galletitas…”. También reveló que “otra empresa japonesa, de linea alimenticia, lanzo al mercado mate con leche, y este producto sí tiene un poco de azúcar..”.
Por su parte, el presidente del INYM, Luis Prietto, consideró el hecho como una ”ratificación de la oportunidades que tienen la yerba mate en el mundo, y del rol que desempeña en el Instituto como nexo entre quienes producen e industrializan y los nuevos mercados”.
La producción que exporta a Japón la entidad agraria es obtenida bajo estrictos controles ambientales y sociales, de acuerdo a la demanda del consumidor asiático, y “sólo llegan a aquel consumidor los productos certificados por JAS (Normas Agrícolas Japonesas)”, reveló el gerente Sergio Werle. “Tenemos -cuenta- nueve productores orgánicos, de los cuales cuatro, que suman unas 55 hectáreas de yerba mate, cuentan con la certificación de Normas Agrícolas Japonesas”.
Guido Rem, el presidente de la cooperativa, consideró como “un enorme desafío ocupar más espacios en el mercado asiatico”, y valorizó el trabajo de los agricultores socios de la Cooperativa Agrícola Ruiz de Montoya: “Producir yerba mate orgánica representa mayores costos, porque no se pueden utilizar agroquímicos, por ejemplo, y ello implica varios trabajos de limpieza durante el año en el yerbal, demanda mucha mano de obra, y al no poder fertilizar, baja el rendimiento del yerbal.
Eso implica que hay que reconocerle al productor un precio diferencial, y desde hace dos años estamos pagando un 45 por ciento por encima del precio que se le paga a un productor de yerba convencional, pero todavía eso no alcanza, o sea tenemos que lograr un mejor sobrepecio para incentivar y multiplicar productores orgánicos”.