A primera hora de la mañana, comenzó el XXI Congreso de Aapresid bajo el lema “Otra Tierra”. En este marco, se dictó el seminario Biotecnología: “Innovación biotecnológica”.
El panel fue integrado por la ingeniera química Analía Acosta (gerente de
biocombustible de YPF), Gustavo Schujman, investigador del CONICET y del ing.
Agr. Atilio Castagnaro (Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres).
En esta segunda parte del seminario de biotecnología se disertó sobre la plataforma de biocombustibles, residuos de origen agrícola y cómo transformar de la fotosíntesis en energía. La ingeniera química Analía Acosta (gerente de biocombustible de YPF), encabezó la primera disertación y resaltó: “Nos propusimos desarrollar las enzimas a partir de Cártamo, convenio que se firmó hace dos años atrás con YPF e INDEAR . Ahora se integró al desafío la empresa PORTA”.
¿Los residuos, se pueden transformar en bioetanol + combustible?
“Lo que queremos es utilizar lo que no tiene uso hoy en día. Argentina, Australia, China, entre otros países generarían 4.6 BTN RAC manteniendo el uso actual, podríamos sustituir un 10 % del combustible con Bio-EtOH 2G (115 MM3). Ese será el los escenarios para el 2030”, citó Acosta los datos que arrojó Bloomberg New Energy Finance – Novozymes.
“Argentina e India cuenta con las posibilidad de poder generar el 100 por ciento de la demanda de combustibles para el 2030, podríamos abastecer con el sólo 17 por ciento de los residuos agrícolas”, amplió Acosta.
Gustavo Schujman, investigador del CONICET ahondó en lo que dijo Acosta, y mostró avances de las investigaciones que tiene como protagonista el Sorgo Dulce, y cómo se llega a la “Planta Nbio” para obtener alcohol de segunda. “Esta sinergia está en su inicio y ya confiamos en hacer un modelo de negocios de economías regionales, con cooperativas. Con 1.500 hectáreas de sorgo dulce se obtienen unas 4.000 toneladas de jugo dulce para obtener alcohol de primera”, comparó.
En este sentido, Schujman se preguntó qué se puede hacer con la glicerina, que las bacterias coman más glicerinas para convertir en más combustibles. “La estrategia es que trabajamos con una bacteria no perjudicial para el hombre. La glicerina es etanol, le incorporamos dos genes que no están en su genoma, hacen el alcohol junto con ácidos grasos para convertir el biodiesel. Se montó un laboratorio para cuantificar e identificar con tecnología de ingeniería metabólica. Además apuntar a integrar a la planta de bio-refinería asociada a la materia prima”, explicó y agregó: “Algunos resultados que estudiamos dan como resultado que en 10 ha / día, se pueden alcanzar 396.5 toneladas primera y cerca de 122.5 tns. de segunda”.
Este proyecto, de producción de la bacteria de biodiesel , pertenece a una segunda generación a partir de glicerina.
El biodiesel superó los 2, 5 millones de toneladas (2011)a partir de la
aceite de soja y luego se estancó por políticas nacionales”, contextualizó
anticipando su verdadera poryección.
BIO REFINERÍA DE CAÑA DE AZÚCAR
La tercera exposición estuvo a cargo del ing. Agr. Atilio Castagnaro (Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres). Su charla estuvo basada en la capacidad de generar caña de azúcar transgénica, su futuro, la genética y el mejoramiento y su regulación.
Castagnaro señaló que la caña es un cultivo ecuatorial, se desarrolla en zonas tropicales y subtropicales. En Argentina se producen cerca de 340.000 hectáreas (2012), que pertenecen a la región NOA (Salta, Jujuy y Tucumán).
“Nuestro potencial seria 4 millones de hectáreas con proyección al futuro. Hoy hay programas de mejoramientos y proyecto de biotecnología que buscar consolidar resultados”, avizoró el especialista.
Tucumán representa el 66 % producción de azúcar en Argentina con 15 fábricas azucareras. La genética de la caña de azúcar se compone por variedades artificiales y variedades comerciales.
Hace más de 15 años se viene trabajando en un esquema de mejoramiento genético para conseguir un cultivar de caña de azúcar diferencial. “Se trabaja en la introducción de floración, cruzamientos dirigidos y producción de semilla botánica”.
El objetivo para producir caña transgénica, (proyecto que inició en 2006), “es para lograr eficiencia de producción, sustentabilidad económica. Para el productor, reducir el uso de herbicidas y así controlar malezas monocotiledóneas (gramíneas), aprovechamiento del agua, tolerancia a la sequía y entre otras; afrontar el proceso de desregulación”.
Sobre el cierre, el coordinador del panel preguntó sobre el punto de encuentro de YPF+INDEAR +PORTA. “Creemos en la cadena de valor, y en el futuro tenemos que convivir y complementarnos con los actores”, dijo Acosta.
Como conclusión se manifestó que se está bastante bien en la producción primaria, con la siembra directa y con el área de energía.
“Brasil participa mayoritariamente en América Latina. De esta manera, podremos subir la sustentabilidad en materia energética” subrayaron los panelistas.