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En un trabajo desarrollado en San Carlos, los Bertossi demostraron la eficiencia de la incorporación de tecnología apuntando al agregado de valor de sus semillas de soja. El ensayo se presentó en un concurso en Buenos Aires y demostró los beneficios de la implementación de un paquete de punta. Mayor rinde y ahorro de costos.
 

“Para mí, como productor, se trata de la gran novedad del año agropecuario”, dispara Ariel Bertossi sin ponerse colorado. Debajo mismo del arco de entrada a San Carlos, recibió a Campolitoral para exponer los alcances de un trabajo realizado en un campo de la zona con todo el paquete tecnológico posible, para mejorar la calidad de la semilla, incrementar su vigor y -de yapa e inesperadamente- aumentar el rinde.

“Gracias a los mapeos de rinde logrados con la cosechadora, vimos que no sólo mejorábamos la calidad de las semillas sino también los rendimientos, algo que no teníamos en cuenta” agrega Bertossi.

El objetivo del trabajo apuntaba a optimizar la multiplicación de semillas de soja, una especialidad que los Bertossi habían realizado oportunamente para la desaparecida Relmó, y que de la mano de Basf volvieron a implementar. En un mercado tan volátil como la Argentina, la idea de poner “los huevos en distintas canastas” los llevó a aprovechar las instalaciones, aptas para este emprendimiento tan específico.

“Si bien hubo lotes que se destacaron más, como era de esperar, el efecto se logró a nivel general. El objetivo era multiplicar semillas para vender a nuestro cliente (una semillera local), que a su vez lo vende en Paraguay. Allá no tienen retenciones y tienen algunas complicaciones climáticas a la hora de multiplicar”, dice.

 

Números que asombran


Con esta idea en la cabeza, Ariel Bertossi y el Ing. Iván Bertolotto se largaron a maximizar la calidad de semilla para aumentar el vigor y el poder germinativo, en base a la prueba de fungicidas en semillas, aplicando un sistema de protección continua. “Quisimos evaluar los resultados versus un testigo o una forma tradicional de trabajo con menos tecnología. Arrancamos con condiciones buenas pero con algunos contratiempos climáticos. Tuvimos mucha lluvia en diciembre y un enero muy seco. Igual lo iniciamos, curando la semilla, y luego aplicando Orquesta Ultra, el nuevo herbicida de Basf, que además de triazoles y estrobirulias tiene carboxamidas, una nueva familia que actúa con mayor residualidad”, recuerda con una sonrisa. Los números, los dejaron más que satisfechos: aumentó el rinde de manera considerable (de 10 a 20 %), y entre 6 a 10 % de aumento de poder germinativo. “En un principio sólo apuntábamos a aumentar el poder germinativo, lo que logramos con promedios del 95 %, superando ampliamente lo planteado, y el vigor del 88 a 92 %”, agrega.

Para Bertossi, el negocio de la multiplicación tiene beneficios que pasan por tener algún precio “extra”, con alguna bonificación, que exime el precio del flete. La semilla se fiscaliza por los obtentores de cada semillero (Don Mario en este caso), que exige por contrato una calidad mínima, “la que apuntábamos a lograr y que finalmente sobrepasamos”, se enorgullece. “La experiencia me resultó muy novedosa, aunque el cuidado del grano requiere de una logística un poco más estructurada”. Es que la cosecha y poscosecha implican ciertos requerimientos específicos, como buena ventilación; control de temperatura; ingreso de la mercadería limpia; el cuidado extremo de la no contaminación entre variedades; un sistema de trilla axial para que no haya daño mecánico; personal capacitado, y también ayuda mucho la Agricultura de Precisión. En definitiva, la estructura de una empresa de punta.

“Otro objetivo fue maximizar las instalaciones, con la idea del agregado de valor. A veces, no tener capacidad ociosa en los silos, en el mantenimiento de granos, de semillas, en maquinaria de precisión para lograr calidad, ayuda a sobrellevar mejor etapas difíciles”, dicen.

Manos a la obra
Con el objetivo de evaluar la calidad de semilla y rendimiento al aplicar Orquesta ultra en un lote de punta versus un lote testigo tradicional, se utilizaron diversos materiales y métodos. Los ensayos se realizaron en las localidades de San Carlos Norte, San Agustín y Matilde, departamento Las Colonias (Santa Fe).

Se realizó un seguimiento de los distintos lotes y tratamientos con el objetivo de mantener al factor insectos por debajo del umbral que causan daño irreversible. La evaluación de los tratamientos se realizó mediante los mapeos realizados al cosechar y posterior análisis de poder germinativo y vigor en un laboratorio de la ciudad de Gálvez.

En el lote de San Carlos Norte se utilizaron los productos Acronis más Vivarus más Orquesta Ultra, los que lograron un 12 % más de rendimiento respecto del testigo. San Agustín mostró las mayores diferencias entre tratamientos de Acronis más Vivarus más Orquesta Ultra, con más de 22 % respecto al testigo.

En el caso del lote ubicado en Matilde refleja un porcentaje de diferencia menor respecto a las demás localidades pero con rendimientos que probablemente sean un techo de la variedad en la zona, por condiciones ambientales.

 

Poder germinativo y vigor


Los análisis efectuados en laboratorio indican, que los tratamientos con Acronis, más Vivarus más Orquesta Ultra obtuvieron valores de vigor de 88-92% de promedio y de poder germinativo del 95-98%. Los mayores valores se dieron utilizando el paquete de los tres fungicidas mencionados anteriormente. “Si se logra cosechar soja con altos valores de poder germinativo y vigor, podemos ahorrar un 20% en costo de semilla, en inoculante, fungicidas terápico, insecticidas terápicos, lograr un planteamiento más uniforme y eficiente de los recursos del ambiente”, destaca el informe. Realizando estos números por hectárea “se evidencia un ahorro importante y una eficiencia mayor, logrando así ser más competitivo, en el país que vivimos”, señalan.

 

Escenario para crecer


La producción de soja ha venido creciendo constantemente en nuestro país. “Este importante aumento se ha logrado no sólo con incrementos de superficie sembrada, sino también con rendimientos unitarios que se escriben entre los más altos del mundo. Esa producción agrícola ha impulsado el desarrollo de una estructura industrial para la elaboración de aceites y harinas que ha ganado rápidamente participación en el mercado internacional de estos productos, localizada en las áreas de producción y equipadas con las más modernas tecnologías a nivel mundial”, destaca el trabajo con el que compitieron con colegas de todo el país.

Además, como parte del impacto de la soja en los sistemas de producción, cabe resaltar su efecto catalizador en la incorporación de tecnología. “Si bien muchos aspectos del cultivo se realizaron de acuerdo a conceptos y prácticas tradicionales (preparación de tierra, siembra, laboreo postsiembra, cosecha, etc.) otros, particularmente los referidos al uso de agroquímicos, manejo varietal, calidad de semilla y control de plagas, requirieron un esfuerzo de aprendizaje por parte de productores y técnicos”, agregan los especialistas. Este aprendizaje debe valorarse como sumamente positivo, ya que significó una capacitación en técnicas de avanzada, de poca difusión anterior, que fueron transferidas luego a otros cultivos.

Ahora bien, el elemento que hace la diferencia en soja de altos rendimientos es el estado sanitario que poseen en toda su etapa de desarrollo. “Por eso, la aplicación de insecticidas en tiempo y forma es clave para evitar estrés en estos cultivos. Por su parte, la aplicación de fungicidas evita el deterioro de las plantas por agentes patógenos que se encuentran en el ambiente donde se desarrollan”

 

Conclusiones


Para Ariel Bertossi y el Ing. Iván Bertolotto, coautor del trabajo, el incremento en calidad y rendimiento superó las expectativas y logró picos de rendimiento y análisis de poder germinativo que significaron un récord histórico para la zona. Se lograron incrementos en calidad de semilla entre 6-10% respecto a años anteriores de condiciones climáticas similares. El incremento en rendimiento y en calidad de semilla se dio por la combinación de estos productos aplicados en etapa de semilla, etapa vegetativa y a nivel reproductivo.

Este paquete “fórmula uno” viene acompañado por la nueva tecnología de siembra, que implica sembrar menos kg.ha por la alta calidad de semillas y por los tratamientos de inoculados, fungicidas e insecticidas ya incorporados, además del tratamiento profesional brindado por las empresas semilleras. La reducción de un 20% en el costo de la semilla, inoculante, fungicidas e insecticidas; y un mejor planteamiento de semillas con un uso más eficiente de los recursos ambientales. No es poca cosa.

A nivel productivo, la empresa participa de un grupo que desarrolla innovaciones permanentes. Como el trabajo conjunto con otros productores sembrando en agosto girasoles ultraprecoces (ciclo corto) para cosecharlos los primeros días de enero, si hay buenas condiciones de clima. Atrás planean sembrar una maíz de segunda con buena calidad sanitaria, recomendando las últimas variedades como el BT triple PRO o HX. “Estas resisten mejor la alta presión de los insectos que los tradicionales. Además, el primero requiere baja inversión”. Otra “locura”, que seguramente dará que hablar, para seguir sumando.

 

Toda la carne al asador

El esquema de fertilización en maíz es de 200 kg.ha-1 de urea a la siembra, MAP 100 kg.ha-1, Azufertil 50 kg.ha-1 antes de la siembra. En soja, 100 kg.ha-1 de SPT o 140 SPS en la siembra. Trigo 100 kg.ha-1 MAP antes de sembrar y 125 kg.ha-1 de urea en el macollaje. Los controles de malezas en soja se realizan anticipadamente comenzando con un barbecho largo aplicando atrazina 1 kg.ha-1 o finesse 15gr.ha-1 + glifosato 2,5 lt.ha-1+0,4 lt.ha-1 2,4-D (100%). Presiembra o preemergente y postemergente con pivot 1lt.ha-1 + glifosato 3 lt.ha-1. En Maíz el barbecho es con atrazina 1,2kg.ha-1 + glifosato 2,5lt.ha-1 + dicamba 0,150 lt.ha-1, Preemergente acetoclor 2lt.ha-1+atrazina1,2 lt.ha-1+ glifosato 2,5lt.ha-1.Trigo, preemergente glifosato 2,2lt.ha-1 +dicamba 0,150lt.ha-1+finesse 15gr.ha-1. La siembra de soja se realizó con una John Deere, modelo 1740 neumática, de 16 surcos a 52 cm. con fertilización en el medio de la línea. Se sembraron 16 semillas/m lo que implico 58-60 kg.ha-1 de semillas. La fecha de siembra fue en la 2º quincena de noviembre de 2012. La variedad elegida perteneció al GM VI y la cosecha se efectuó desde el 18 al 27 de abril de 2013 con una cosechadora John Deere 9670 axial.