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Para el Méd. Vet. Gustavo Bretschneider (Ph.D. INTA, EEA Rafaela), minimizar el impacto de la castración sobre el peso y el bienestar de los terneros no es mayormente considerado “a la hora de mejorar la eficiencia en el manejo tradicional del rodeo de cría.

“Tradicionalmente, los terneros son castrados entre los 6 y 9 meses de edad, práctica que se realiza junto con el destete, una de las medidas de manejo más estresantes para el ganado. El ternero macho puede ser castrado mediante procedimientos cruentos o incruentos”, explica el profesional.

En ese sentido, señala que los primeros son los más utilizados, y producen pérdida de sangre debido al uso de instrumentos cortantes, como por ejemplo, el cuchillo; mientras que los procedimientos incruentos no producen sangrado y es el más común es la aplicación de bandas de goma sobre la base del escroto mediante el uso de instrumentos especiales.

Bretschneider que realizó un trabajo académico sobre el tema en 2005 consideró que “el ganado puede ser castrado en cualquier momento de su vida; sin embargo, ha sido indicado que la pérdida de peso debido a la castración es función de la edad a la cual el ternero es castrado (ver gráfico).

A raíz de esa investigación, el profesional dijo que los resultados indican que la pérdida de peso se incrementa a medida que aumenta la edad de castración y que la misma es mínima cuando los terneros son castrados al nacimiento o a muy temprana edad.

“Esto es contrario al pensamiento popular y se demostró que la castración a temprana edad -desde el nacimiento al mes de vida- no resulta en un menor peso al destete ni tampoco a su desarrollo óseo.

Al igual que el destete, la castración es un estímulo estresante ya que se produce un incremento en los niveles sanguíneos de cortisol, una hormona que reduce las defensas y que predispone a enfermedades infecciosas. Ese nivel se incrementa a medida que se retrasa la castración del ternero, mucho más aún si se trabaja con cuchillo”.

Razones de peso
La castración se indica, principalmente, para reducir la agresividad de los machos y para mejorar la terneza de la carne.

Además, como se trata de un proceso traumático que no sólo incrementa el nivel de estrés generado por el destete, sino que también repercute negativamente sobre la ganancia de peso de los terneros, insiste Bretschneider.

“Sobre las bases del bienestar animal y la eficiencia en el manejo del rodeo de cría, se propone castrar los terneros al nacimiento -entre las 24 y 48 horas de vida-, mediante el uso de bandas de goma. Esto no solo minimiza la pérdida de peso y el estrés de los animales sino que también reduce las pérdidas económicas normalmente asociadas con la castración al destete, entre las cuales se pueden citar la muerte de terneros debido a hemorragias e infecciones, la mano de obra y el costo de medicamentos”, enumera.

“Al reducir el número de prácticas de manejo realizadas al destete, el estrés y, como consecuencia, la ocurrencia de enfermedades, podrían también ser minimizadas”, aconseja el especialista en sanidad animal.

"El uso de bandas de goma no solo minimiza la pérdida de peso y el estrés de los animales sino que también reduce las pérdidas económicas normalmente asociadas con la castración al destete"