A su vez, analistas de mercados y especialistas en producción sustentable coincidieron en la gran oportunidad que brinda el escenario internacional y la acuciante necesidad interna de que crezca el área maicera del país.
Los incrementos en los rendimientos del maíz han venido de la mano en los últimos años de la evolución en la genética y las prácticas agronómicas. Sin embargo, lo que todavía no se conoce es cuál es el techo para esos rendimientos.
Para responder a ese interrogante, Nidera organizó un Taller de Maíz en la ciudad de Rosario, Santa Fe, en la que los especialistas en manejo, tecnología de siembra y genética dieron todas las claves para apuntar lo más alto posible.
“Manejar este tipo de cultivos requiere recopilar diversas cantidades de información y manejar un sistema donde cada componente puede ser vital”. Así introdujo el tema Gabriel Espósito, especialista de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), quien luego indicó que “según diversos investigadores, es posible obtener entre 19,4 y 25 toneladas por hectárea de rendimiento potencial, e incluso existe un registro de 30 tn/ha obtenido en hidroponía en el desierto de Texas, bajo invernadero, aunque sea en una superficie minúscula”.
“Para una planta con una gran capacidad de área foliar como ésta –y que parece no tener techo– el desafío es acomodar todas las variables para generar la mayor potencialidad”, sostuvo.
El hombre de la UNRC explicó que, basando el cálculo en la radiación solar –la mayor limitante para los potenciales–, para una siembra del 4 de octubre en el sur de Córdoba –es decir, con un ciclo de 167 días por delante– el cultivo tendría 2000 MJ (megajoules) por metro cuadrado para hacer fotosíntesis. Capturando un 60% de esa radiación, y con una eficiencia de conversión de 3,5 gramos de materia seca por MJ, el resultado debería ser equivalente a 42.000 kg de MS/ha. “Esto quiere decir que si hacemos las cosas bien en el cultivo y la genética nos lo permite por el alto índice de cosecha, podemos transformar el 54%, con lo que estamos llegando a las 22,7 tn/ha de potencial en esta región”, explicó.
Para alcanzar los máximos rendimientos, basándose en los datos de ocho ensayos llevados a cabo por la UNRC desde 2005/2006 hasta la última campaña, Espósito recordó que existe un aumento del potencial a medida que se incrementa la longitud del ciclo, y recomendó sembrar el 6 de octubre, para hacer coincidir la floración con el pico de radiación. “Hay una razón lógica para no hacerlo antes, y es que los suelos están fríos, lo que provoca que los rendimientos caigan desde el principio. Y si se hace a fines de agosto, hay riesgo de que los maíces se hielen, como ocurrió el año pasado”.
Respecto de los maíces tardíos, tan en boga en esas latitudes, Espósito señaló que pierden la radiación solar de noviembre y diciembre, pero que a su vez son más eficientes en la captura de la radiación, ya que crecen más rápidamente y en un ambiente térmico más alto. “Teniendo todo esto en cuenta, se puede calcular que atrasando la fecha de siembra a principios de enero, se pueden esperar hasta 16 tn/ha de potencial”, sostuvo. “Esto significa que tenemos una gran brecha para mejorar, porque en las tardías, los productores están sacando entre 7 y 11 tn/ha”, agregó.
En cuanto a la estructura de siembra, el especialista reveló que hace tres
años en los ensayos se trabaja con distancias entre hileras de 52 y 35
centímetros, y que los resultados hablan de una mejora de 7 qq/ha por estrechar
la hilera.
Respecto de la fertilización, Espósito recomendó “aplicar fósforo y azufre como
reposición, nitrógeno en dosis de optimización en V6 hasta R3 o R4, en distintos
momentos de aplicación, y acompañar con 1,5 kg de zinc, siempre que el análisis
de suelo nos indique que tengamos debajo de 1 parte por 1000”.
Finalmente, el especialista se refirió a la calidad de siembra, para la que señaló que es recomendable utilizar el sistema neumático, y una velocidad no mayor a los 4 km/h.
De esta manera, el hombre de la UNRC dio paso a la disertación de Gustavo Turri, de la Universidad de Belgrano, quien centró la mira en la siembra neumática. “Las ventajas de este sistema están a la vista”, sostuvo y enumeró:
“Buenos planteos de siembra con semilla poco o no calibrada; el sistema clasifica la semilla por peso, no por tamaño; la semilla es despedida al tubo de descarga con menor posibilidad de rebotes por la disposición vertical de los dosificadores; no hay elementos mecánicos en juego con la semillas; y también hay que tener en cuenta que un sistema neumático eficiente emplea una placa de siembra por cultivo”.
“La semilla viene cada vez con más tecnología, es decir que si recurro a esas técnicas modernas, la siembra variable, etcétera, tengo que estar dotado también de la mejor tecnología en siembra”, sostuvo Turri, y se preguntó: “¿No será hora de guardar y descartar el sistema mecánico de placas? Porque en Europa y EU se dejó de utilizar hace 15 años”.
Avances en genética
Pablo Donadio, Mejorador de Maíz de Nidera, explicó en detalle los objetivos del programa de mejoramiento y presentó los resultados de los ensayos llevados a cabo por la empresa en densidades de siembra, para cada uno de los materiales comerciales.
El experto comenzó con una comparación entre los rendimientos históricos y actuales del maíz argentino frente al de los Estados Unidos. En la media histórica, mientras el país norteamericano se ubica en 9.400 kg/ha, Argentina está en los 6.500 kg/ha. Ambos países han hecho grandes avances, pero aún así, según Donadio “la brecha que tenemos nosotros para crecer, a partir de nuestros ensayos de breeding, es bastante amplia, de 3500 kg/ha, aproximadamente”, ya que actualmente los valores están en 12.800 y 9.900 kg/ha, respectivamente.
En este sentido, sostuvo que el objetivo de la compañía es lanzar materiales cada vez más competitivos al mercado, y reveló que cada híbrido que llega a la comercialización pasa previamente por 2.200 parcelas, de las que luego es cosechado y analizado mediante robustos sistemas de evaluación.
En cuanto a los ensayos en densidad, llevados a cabo en 100 localidades de la zona núcleo del país desde hace 3 años, Donadio detalló la performance de los híbridos comerciales de Nidera ante el aumento de la densidad de siembra.
El experto aclaró que “generalmente, en ambientes bajos, la respuesta al
aumento de la densidad de siembra es baja, por lo cual conviene la densidad
mínima” y que “en siembras tardías, siempre tenemos que bajar la densidad”.
Entre los materiales destacados, Donadio resaltó al AX852MGRR2, el de “mejor
adaptabilidad entre todos los híbridos de la empresa, que se puede sembrar en la
mayor parte del país”. Para este híbrido, el hombre de Nidera recomendó
densidades de 85.000 plantas por hectárea en ambientes medios, 90.000 en
ambientes altos, y en aquellos lugares donde se pueden conseguir muy altos
rendimientos, 100.000 plantas, como valores óptimos.
Sobre el AX870 en sus versiones RR2 y MGRR2 870, recomendó 62.000 plantas/ha
para ambientes bajos, 70.000 en ambientes medios, 75.000 para ambientes altos y
82.000 para los muy altos.
Otro material destacado fue el AX887 en sus versiones MG, HCL-MG y TD/TG, que presenta muy buen comportamiento a quebrado y a vuelco. Donadio recomendó 85.000 plantas/ha en ambientes buenos y 90.000 para los muy buenos, y aclaró que no se recomienda para densidades muy altas. Por otra parte, un nuevo híbrido que presentó la empresa este año, el AX7822 en sus versiones TDM y TD/TG presenta muy altos rendimientos, alta tolerancia al quebrado, muy buen comportamiento al vuelco, medianamente tolerante a Mal de Río Cuarto y muy buena tolerancia al tizón. Para este híbrido, Donadio recomendó densidades de 62.000 en ambientes bajos y 95.000 plantas en ambientes altos. También señaló que se adapta a siembras tardías.
La voz de los mercados
La segunda parte del taller estuvo dedicada a analizar al cereal en el marco de los mercados internacionales. En este espacio, el periodista Héctor Huergo afirmó que “estamos frente a una onda larga de demanda, porque hemos pasado de un mercado en que había más vendedores que compradores a la situación contraria”, y que en este sentido, “apostar al maíz es tan seguro como apostar por la soja”.
Enrique Erize, presidente de la consultora Nóvitas, comentó la importancia que tiene para el precio del maíz de los próximos meses lo que suceda en este mes de julio y los primeros días de Agosto. Si bien en Estados Unidos el cultivo avanza a paso firme, la siembra se atrasó mucho más que lo histórico, lo que influye para que haya incertidumbre entre las expectativas que brinda el USDA con lo que se puede definir en plena floración. Esto va a marcar el pulso de los precios para la cosecha Sudamericana. Además, dijo que ve una muy buena perspectiva para 2014, manejando muy bien los tiempos, el mercado y la actitud de la demanda.
A su turno, Gustavo Oliverio, Coordinador de la Fundación Producir Conservando, resaltó la necesidad de mantener al maíz en las rotaciones, como elemento clave para no perder sustentabilidad. Y el asesor privado Teo Zorraquín recomendó a las empresas que no dejen de trazar una estrategia y tratar de aprovechar una situación en la que el negocio de los pooles de siembra está terminando y se está definiendo un nuevo escenario “en el que no se sabe muy bien quiénes serán los nuevos actores”.
Así, el taller de capacitación en maíz realizado en Rosario completó la serie de tres encuentros organizados por Nidera en torno al cultivo. Para la compañía, la clave no solo es poner a disposición la mejor genética y todo el portafolio de tecnologías en maíz, sino acercar las herramientas que hacen posible que productores y técnicos saquen el máximo provecho de ellas.