Presencia y contención del productor en los momentos de crisis, como el actual, se convirtió en uno de los grandes servicios que está prestando en la actualidad el Movimiento CREA (Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola).

Desde la propia entidad se reconoce que hay productores que la están pasando mal, con niveles de endeudamiento que hasta comprometen el patrimonio y con la incertidumbre financiera de no saber si se llega a la próxima cosecha. "Nosotros decimos siempre que cuando nos va mal, el mejor lugar donde podemos estar es en CREA, porque es un ámbito donde se nos escucha, de contención, de solución y desde allí es donde la función de la institución se ve en su mayor potencialización", dijo en una entrevista con LA NACION Alejandro Blacker, flamante presidente de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea).

Blacker tiene 53 años, es médico veterinario, egresado de la Universidad Nacional de Buenos Aires en 1984, y es productor de trigo, cebada, soja y girasol en el sur bonaerense.

El nuevo presidente de Aacrea es oriundo de la Capital Federal y vive, desde 1984, en la ciudad de Tres Arroyos. Está casado con Ana María Carafí y tiene cinco hijos. Está a cargo de una empresa familiar dedicada principalmente a la agricultura y, en menor medida, a la ganadería en campo propio y arrendado, y en su tiempo libre disfruta jugando al tenis, estar con amigos y aprovechar del ambiente natural.

-A manera de termómetro de lo que ocurre en el sector, ¿cómo está el productor CREA respecto de la situación que vive hoy el promedio de los productores?

-Hoy tenemos zonas que han pasado por procesos climáticos de bastante complicación. Tenemos toda la zona del NOA (noroeste argentino) que ya tiene dos años consecutivos con fracasos a nivel productivo.

Todo lo que es economías regionales también está con cierto punto de afectación. En general, en todas las actividades se ve un aumento de los costos y el número que se va achicando.

Hay todo un replanteo en el tema arrendamientos. Es como que hay un rediseño del negocio, donde el riesgo ya no va a ser sólo soportado por el que arrienda el campo. Concretamente, tenemos zonas donde el año pasado era muy simple arrendar el campo y hoy no se han podido alquilar.

-¿Cómo se cristaliza esa contención?

-Aportar un diagnóstico preciso de la situación en que se encuentra mi empresa ayuda a los demás miembros del grupo CREA. La información que generamos sirve en todo momento y es fundamental en los momentos de crisis. Y eso se nota mucho.

-¿Y usted denominaría como un momento de crisis el que vive en la actualidad el sector agropecuario?

-Es un momento de complicaciones. Es para estar atentos, para estar revisando los números hoy y olvidarse de los escenarios pasados que ya fueron y no volverán. Es claramente un año para revisar planteos, decisiones.

Enfrentamos problemas productivos, aumento de costos, incertidumbre, falta de confianza, que es necesario revisar.

-¿Cuál es la mayor preocupación de la que se habla en el movimiento?

-En algunos grupos es el plan financiero. Nos preguntamos cómo se llega a la otra punta (a la próxima cosecha). Pero hay un mosaico de preocupaciones. Por ejemplo, en el Norte, después de dos sequías y estando lejos del puerto, lo más preocupante es no poder rotar con maíz, porque en este momento este cultivo económicamente es inviable.

En tanto, en el sur bonaerense, si bien tenemos la ventaja de que ha sido la única zona que ha salido bastante bien en los últimos dos años, el número se achica y hay algún tipo de endeudamiento.

- ¿Como ven desde Aacrea la afectación de esta crisis en la inversión?

-Hay una nueva reconsideración de las inversiones. Hay otras prioridades y se hacen sólo aquellas inversiones que necesariamente se deben efectuar, pero no veo que haya un espíritu explosivo como el que tuvimos hasta hace tres o cuatro años.

-¿Está afectado el capital circulante ?

-Si bien hay zonas con cierta bonanza, como promedio podemos afirmar que el capital circulante está afectado. Tenemos casos puntuales en donde está muy afectado, como en el noroeste argentino (NOA) y el chaco santiagueño.

Además observamos un nivel de endeudamiento que en algunos casos excede el capital de trabajo y estamos hablando ya de afectación patrimonial, cosa que años atrás era impensada. Y éste es un fenómeno nuevo que no vivíamos. Incluso tenemos nuevas generaciones en el campo que es la primera vez que viven una experiencia de este nivel.

Además, aunque no ocurre en todas la empresas, vemos que en muchos casos se plantea poner las energías en cómo se llega a la otra punta, es decir, a la otra cosecha. Hay algunos productores que están muy endeudados, si bien hay herramientas de financiación que se toman. Ésas son las mayores preocupaciones de las que más se habla dentro de las reuniones de los grupos CREA.

-¿Cómo inciden en toda esta problemática la intervención oficial en el mercado, las restricciones comerciales, la presión impositiva...?

-Son todos factores negativos. No es lo mismo funcionar con una presión impositiva que en agricultura está del 70 por ciento para arriba que si fuera del 50 por ciento.

-Si bien el movimiento surgió como una entidad técnica, ¿cuál es el compromiso político que tiene a raíz de los conflictos generados con el Gobierno, a partir de la resolución 125 por las retenciones móviles, en 2008?

-Aacrea no hace política en los términos en que en general esto se entiende. Sí es generadora de información que está disponible para los que sí quieren ser formadores de las políticas.

-Pero en temas puntuales, ¿cuál es el aporte que hace Aacrea en este aspecto ?

-Cuando surgió el año pasado el incremento en el aumento en el impuesto inmobiliario rural en la provincia de Buenos Aires, hicimos todo un relevamiento; no sólo de todo lo que suponía la carga fiscal centrada en ese gravamen, sino también en la cadena tributaria global.

Perfil

Profesión: veterinario y productor, 53 años

Origen: Capital Federal

Presidente de Aacrea.

Ingresó en el movimiento en 1988 en la región Mar y Sierras, en el sudeste bonaerense

Fue vocal durante la gestión de Oscar Alvarado y vicepresidente de su antecesor, Juan Balbín.