Tras las clausuras y el endoso de responsabilidades que le hicieron sobre el retiro de la publicidad a los diarios, las grandes cadenas de supermercados acudieron nuevamente en asistencia del secretario de Comercio, Guillermo Moreno, al prometerle que venderán el pan a $ 10 el kilo.

Así lo hicieron las cadenas que se nuclean en la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), integradas por Coto, La Anónima, Día, WalMart, Carrefour, la Cooperativa Obrera de Bahía Blanca y el Grupo Cencosud, que incluye a Jumbo, Disco, Equi y Vea, comunicó el director ejecutivo de la entidad, Juan Vasco Martínez.

Esta estrategia de las empresas de retail busca ayudar a Moreno en la coyuntura marcada por la escasez de trigo y el consecuente aumento abrupto en el precio de la harina, que a su vez, impulsó los valores del pan.

La semana pasada, supermercados de ASU sufrieron clausuras de algunas horas ante supuestos faltantes de varios productos que figuran en la canasta de los 500 artículos cuyos precios deberían estar congelados hasta octubre. Al día siguiente, trascendió que varias de esas cadenas habrían admitido que la desaparición de las ofertas en las páginas de los diarios de los sábado fue producto de una instrucción verbal de Moreno y se lamentaron que no podían hacer nada al respecto.

Pero pese al mal trago, los empresarios volvieron a acercarse a Moreno y decidieron seguir el mismo camino que las panaderías de la Capital Federal, que la semana anterior le comunicaron al funcionario que venderían la variedad Felipe a $ 10 el kilo.

Más temprano, la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM) garantizó la provisión de harina de trigo para el mercado interno. En tanto, Alberto Rodríguez, titular del Centro de Exportadores de Cereales (CEC), explicó que el sector exportador adquirió un volumen excedente de 2 millones de toneladas (de trigo) que no fueron autorizados para exportar y dijo que dichos lotes se han ido volcando al mercado interno.

Por su parte, dirigentes las entidades agropecuarias acusan a la política de intervención de Moreno en el mercado de trigo de desalentar a los productores y, por lo tanto, de la reducción del área sembrada, con el consecuente faltante del cereal.

La preocupación llegó al Gobierno cuando esta escasez repercutió en el aumento del precio de la harina y, posteriormente, del pan y sus derivados. El valor del kilo oscila entre los $ 18 y los $ 22, según el barrio, y el objetivo de Moreno es llevarlo a $ 10, una meta que ya acordó con las panaderías la semana pasada y ayer pactó con las grandes cadenas.