El presidente de la Asociación de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea), Juan Balbín, alertó "hoy tendríamos que estar sembrando entre 6 millones y 8 millones de hectáreas de trigo y produciendo entre 20 y 30 millones de toneladas y estamos raspando la olla y ver si llegamos o no llegamos".

Balbín lamentó que la Argentina desaproveche "la oportunidad que el mundo sigue estando no se por cuánto tiempo más, pero hoy está y es un tren que el resto de los países de Latinoamérica lo ha comprendido, y nosotros todavía no terminamos de verlo".

Sostuvo que "mirar esta oportunidad de afuera es un crimen y una pena" y es un desafío que "el sector está dispuesto a dar" pero "necesita señales claras, previsibilidad, y una luz en el túnel porque hoy no se ve".

"Cuando miramos para adelante los 4 o 5 meses que faltan hasta que entre la nueva cosecha es preocupante", subrayó, y estimó que, por los datos que maneja Aacrea, la siembra de trigo "no va a aumentar en más de un 10 por ciento".

Balbín enfatizó que "es el peor escenario en que quisiéramos estar" dado que el productor "paga el doble el precio de la semilla", mientras el consumidor sufre "una situación de escasez".

Críticas de diputados

En tanto, legisladores de la oposición cuestionaron duramente al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien desde el viernes fue autorizado por la Casa Rosada a aplicar la Ley de Abastecimiento y advirtieron que si el funcionario decomisa cereal amparándose en esa norma no vigente incurriría en delitos de "hurto o robo".

El diputado radical Oscar Aguad planteó que "la Ley de Abastecimiento caducó en el 2010 y nunca fue prorrogada, por lo tanto no está operativa".

El cordobés indicó que "lo paradójico es que si hay un responsable por el desabastecimiento de trigo es el propio Moreno, que ha logrado con sus medidas que tengamos la peor campaña triguera de la historia".

Además, apuntó que el funcionario podría incurrir incluso en "defraudación contra las empresas".

El jefe del bloque de diputados radicales, Ricardo Gil Lavedra, ratificó esas críticas y acusó al gobierno nacional de usar a Moreno, con su "patoterismo barato" para "aguantar la mentira del modelo".