La amenaza oficial de decomisar trigo, bajo el paraguas de la Ley de Abastecimiento, hizo retroceder con fuerza los precios del cereal en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), que arrancan la semana por debajo de u$s 400 la tonelada.
El valor es el más bajo en más de un mes e implica que el trigo redujo casi 26% su cotización en apenas 15 días, desde el máximo de u$s 518 la tonelada que tocó el pasado 19 de junio. Aún con el bajón actual, el cereal vale más que la soja. La brecha, que llegó a ser del 60% en favor del indispensable grano, quedó ahora en 20%.
El retroceso llegó a 9% el viernes, en una jornada plagada de versiones y temores sobre los pasos que puede dar desde hoy el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, que pedirá a las exportadoras y acopios declaraciones juradas de las existencias de trigo en su haber, y en caso de encontrar cereal no volcado al mercado interno, lo decomisará.
Entre miércoles y viernes se comercializaron 18.500 toneladas de trigo en el Matba, una cifra solo superada el 17 de junio último (cuando el valor rompía récords), que contabilizó 19.200 toneladas operadas en esa jornada. No obstante, las operaciones son ínfimas, en una campaña con la peor cosecha en más de 60 años (de apenas algo más de 9 millones de toneladas) y cuando faltan cinco meses para el ingreso del próximo ciclo al circuito comercial.
En ese sentido, en el mercado cada vez son más los que creen que el trigo actual alcanzará con lo justo y ya comenzaron las alertas para lo que pueda suceder entre mitad de octubre y mitad de noviembre, donde la escasez puede profundizarse y enrarecer aun más la disputa electoral. Por eso, recalcan los analistas, la actual baja de precios puede ser más transitoria de lo que el Gobierno se imagina, e incluso las cotizaciones se pueden disparar a nuevos máximos históricos a medida que se acerque noviembre.
Existe consenso casi general de que el trigo está, aunque se desconoce si las condiciones son las óptimas y la calidad buena, regular o mala, la incertidumbre es saber en manos de quién, comentan algunos operadores.
En ese marco, el Gobierno sospecha que las cerealeras tienen 3 millones de toneladas de trigo en su poder, algo que desde la exportación y buena parte de la cadena triguera descreen. El razonamiento oficial establece que los exportadores declararon compras del cereal por 4,9 millones de toneladas, pero que solo embarcaron 1,35 millón de esas toneladas entre febrero y principios de este mes. Por eso, sostienen que todavía hay 3 millones de toneladas sin comercializar.
Los exportadores niegan esa situación. Sostienen que desde que se redujo el cupo exportable (en marzo), vienen volcando periódicamente trigo al mercado interno y que les quedarían unas 200.000 toneladas. Desde las cerealeras apuntan a que los productores son quienes retienen unas 4 millones de toneladas del cereal.
Desde la Asociación de trigueros (Aaprotrigo), Domingo Capeloni, desestimó esa posibilidad. �Qué productor y para qué va a retener trigo, si hoy vale más que la soja�, planteó.