¿Será, tal vez, que los jueces comienzan a olfatear un cambio de época y empiezan a pensar que pueden sobrevivir al Gobierno?

Tal vez Moreno pueda ser procesado o termine sobreseído. No se sabe aún qué decidirá Bonadio. Pero el mero hecho de haberlo llamado a indagatoria somete al funcionario a una sospecha de haber abusado de su poder. Algo está cambiando.

Veamos. En mayo último, en medio de las presiones de la presidenta Cristina Kirchner en contra de la Justicia, cuatro de las cinco salas de la Cámara Federal en lo Contencioso Administrativo, habitualmente cercanas al Gobierno, sorpresivamente revocaron todas las multas impuestas por Moreno porque fueron arbitrarias. Y ayer, Bonadio, con ese camino ya trazado, citó a indagatoria a Moreno por haber incurrido en aquel abuso de poder.

Por lo pronto, hay un primer síntoma: los jueces comienzan a animarse a hacer lo que hasta hace poco no hacían y se arriesgan a aplicarles el Código Penal a funcionarios que, apenas semanas atrás, se creían al margen de cualquier ley.

Pero además la historia del Indec y de las multas que Moreno les aplicó a las consultoras demuestra, sobre todas las cosas, que la realidad siempre se porfía en ser rebelde y desborda los estrechos cánones de cualquier relato oficial.

En 2007, Moreno y todo el Gobierno pretendían hacerle creer a toda la población que los economistas, fraguando índices, inventaban la inflación.

Si ya entonces esa acusación era inverosímil, ¿podría ahora tener alguna chance de éxito, cuando la inflación y la pobreza saltan a la vista?

El segundo cambio, claro está, consiste en que la realidad de todos los días, tarde o temprano, se empeña en mostrar el absurdo de algunos relatos.

Esos dos motivos son los que influyeron en el desenlace.

Por eso, durante todos esos años, no prosperó ninguna de las denuncias que había hecho Moreno contra la ex directora del Índice de Precios al Consumidor del Indec Graciela Bevacqua, Carlos Melconian y Jorge Todesca.

¿Acaso eran los economistas desestabilizadores o son simples profesionales que tratan de brindar un servicio útil a la sociedad?

Tampoco las multas que impuso Moreno podían ni debían prosperar, porque su aplicación partía de una premisa falsa: los economistas, con sus índices, intentaban engañar a la sociedad y al mercado para llevarlos a tomar decisiones equivocadas.

Fue la realidad la que ayudó a correr el velo. Y la causa iniciada con la denuncia que presentó Todesca contra Moreno, enriquecida con las pruebas que aportó Bevacqua, llevó a la indagatoria del secretario de Comercio.

Un gesto destemplado, un grito o un guante de box esgrimido en una reunión societaria pueden disimular las flaquezas de los argumentos. Pero nunca pueden opacar la verdad.