El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, que conduce Norberto Yauhar, firmó convenios para la entrega de fondos por 33 millones de pesos para pequeños productores de la provincia de Salta, que serán destinados al desarrollo de las economías regionales.

Las actividades vitivinícolas, frutihortícola y ganadera de la provincia serán las principales beneficiadas con estos aportes, que serán ejecutados a través de programas de la Secretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar, a cargo de Carla Campos Bilbao.

Salta recibirá 20 millones de pesos a través del Programa de Desarrollo de las Economías Regionales. La mitad de esos fondos será empleada en la creación de un fondo rotatorio para el financiamiento de capital de trabajo para pequeños productores inscriptos en el Registro Nacional de la Agricultura Familiar (RENAF) y en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (RENSPA). Los otros 10 millones se destinarán a subsidiar la tasa de interés de líneas de crédito para financiamiento de capital de trabajo que se generen a partir de convenios con bancos que desarrollan su actividad en el medio local.

Otros 10 millones de pesos se aplicarán en el desarrollo de proyectos productivos dedicados a la ganadería a pequeña escala de la provincia.

A su vez, se destinarán 3.000.000 de pesos por el Programa de Asistencia para la Cadena de Valor Vitivinícola Argentina, y serán aplicados a proporcionar maquinaria agrícola nueva, que grupos de productores asociados recibirán en comodato.

También se entregaron aportes no reintegrables y créditos a tasa cero para financiar la ejecución de los proyectos productivos. Los proyectos se aprobaron dándole prioridad a aquellos que generen mayor empleo y los que, por su ubicación territorial, impacten positivamente en el desarrollo de las localidades más postergadas y con indicadores sociales más deteriorados.

De esta manera se busca que los pequeños productores vitivinícolas salteños puedan mejorar su competitividad y fortalecer el volumen de negocios. También, se impulsa la generación de valor agregado, empleo genuino y, en particular, integrar a la cadena de valor vitivinícola a los pequeños y medianos productores y establecimientos procesadores cooperativos y comunitarios.