Las denuncias sobre bolsos con euros que se pesan, bóvedas y maniobras de lavado de dinero asociadas a negocios con el poder difundidas en el programa de Jorge Lanata han afectado negativamente la imagen de Cristina Fernández de Kirchner, aunque existen dudas sobre cuánto podrán impactar en el resultado de las próximas elecciones legislativas.

Se generó en la opinión pública una asociación entre los hechos denunciados de corrupción y el supuesto intento de impunidad que conllevan tanto el blanqueo como la reforma del Consejo de la Magistratura

De acuerdo con los datos relevados por las últimas tres encuestas mensuales de la consultora Management & Fit en el orden nacional, la imagen positiva de la Presidenta cayó del 33,8% a fines de marzo al 26,3% un mes después, aunque en el sondeo completado entre el 24 de mayo y el 3 de junio, se recuperó levemente hasta el 30,2 por ciento. Su imagen negativa experimentó un crecimiento en el mismo período: del 39% hacia fines de marzo, pasó al 43% al concluir abril, y se mantiene en este porcentaje de acuerdo con la medición terminada una semana atrás.

También para representantes de la consultora Poliarquía, como Fabián Perechodnik, la imagen positiva de Cristina Kirchner se desplomó, al menos hasta el mes pasado, unos ocho puntos, como consecuencia del impacto de las denuncias de corrupción y de la reforma judicial.

Mariel Fornoni, directora de Management & Fit, explicó a LA NACION que si bien la cuestión de la corrupción pública no es la principal preocupación ciudadana, "este tema se ha sinergizado en las últimas semanas con el proyecto de reforma del Poder Judicial y con el blanqueo de moneda extranjera". De ese modo, según la analista, se ha generado en la opinión pública una asociación entre los hechos denunciados de corrupción y de enriquecimiento de empresarios cercanos al poder, y el supuesto intento de impunidad que conllevan tanto el blanqueo como la reforma del Consejo de la Magistratura.

El eje de las preocupaciones económicas de la sociedad pasa por la inflación y, en forma cada vez más creciente, por el desempleo

La mejora que exhibió la imagen favorable de la primera mandataria en la última medición de esta encuestadora (del 26,3 al 30,2 por ciento) se explica para Mariel Fornoni por los anuncios de mejoras en las asignaciones familiares y en los planes sociales. Sin embargo, el eje de las preocupaciones económicas de la sociedad pasa por la inflación y, en forma cada vez más creciente, por el desempleo.

Según la encuesta de Management & Fit, la inseguridad es la mayor preocupación de la opinión pública. Es mencionada en primer lugar por el 45,5% de las personas consultadas, seguida por el desempleo con el 20,4% y por la inflación con el 12,6 por ciento. Si se toma el total de menciones, considerando los tres primeros problemas señalados por los encuestados, la inseguridad trepa hasta el 86,6%, la inflación pasa al segundo lugar con el 60,5% y el desempleo asciende al 51,3 por ciento.

La corrupción ocupa sólo el cuarto lugar en el ranking de preocupaciones ciudadanas. Apenas el 5,7% de las personas la cita como principal problema, aunque asciende al 32,2% si se considera el total de menciones.

Cuál puede ser la real influencia de los casos de corrupción pública en el escenario electoral es tema de discrepancia entre distintos analistas. En tal sentido, un sondeo realizado exclusivamente en la Capital Federal por el Centro de Opinión Pública de la Universidad de Belgrano (Copub) entre el 18 y el 27 de mayo, da cuenta de que resulta llamativamente alto el nivel de tolerancia pública a la corrupción de la clase política en los casos en que los funcionarios realizan una buena gestión general. Es la vieja teoría del "roban, pero hacen".

Más preocupante aún es que, según esa encuesta, existe un grado de aceptación social importante a la transgresión de normas en general. Así, sólo el 52% de las personas consultadas apoyo el principio básico de que la ley debe respetarse sin excepciones, en tanto que al 48% le cabe la posibilidad de no hacerlo.

El 58% de los encuestados, por ejemplo, no considera grave y califica como "aceptable" dar dinero a alguien para evadir impuestos o pagos aduaneros por bienes adquiridos en el exterior. Sólo el 48% lo juzgó "inaceptable".

Lo cierto es que cuando la situación socioeconómica marcha razonablemente bien, la influencia de la corrupción en el voto tiende a ser menor, mientras que cuando la economía cae, su conjunción con la percepción de inmoralidad en el gobierno puede ser letal. En tal sentido, no parece un dato menor que hoy apenas el 9,7% de la población evalúa que su situación económica personal será mejor en los próximos meses, en tanto que el 44,9% cree que será peor, según los datos de la última encuesta de Management & Fit.