El Club FMC, es un nuevo concepto en reuniones técnicas, donde se combinó la dosis justa de información de políticas agropecuarias a nivel global, políticas económicas regionales y globales, reuniones técnicas y eventos que favorecen las interrelaciones sociales, ya que la principal característica es que los asistentes debían concurrir acompañados de sus esposas.
El evento duró dos días completos y se tocaron temas como los desafíos regionales en la producción de alimentos para cubrir la demanda futura a nivel global, tanto en el corto, mediano y largo plazo. Por otra parte, la proyección económica de la región latinoamericana y su potencial futuro como proveedor principal de alimentos globales y finalmente las tareas pendientes a realizar a nivel nacional como para llegar a un nivel de desnutrición cero. El segundo día constó de charlas técnicas necesarias para brindar a los productores la sustentabilidad productiva, tanto económica, como en el control de malezas, plagas y enfermedades que de no ser manejadas correctamente producen una gran pérdida de productividad, lo que es moralmente inaceptable en un contexto donde cada hectárea productora de alimentos debe ser puesta a máxima eficiencia y con máxima sustentabilidad social, técnica y económica.
El evento contó con la presencia de productores, técnicos, comercializadores de insumos y con los presidentes de la cadena del maíz argentino, Maizar, de la Soja, Acsoja y de Aapresid.
El Ing. Roberto Rodriguez, ex Ministro de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil puso de manifiesto cuales son los desafíos que tiene la región latinoamericana y principalmente Argentina y Brasil como proveedores estratégicos de alimentos a nivel global, donde se espera que esta región sea la responsable de aumentar un 40% la oferta de alimentos hacia el año 2020. Y esto está basado en que por cada punto de aumento en el ingreso de los sectores más pobres de la población significa un aumento de unos tres puntos en la demanda de productos agrícolas destinados a la provisión de alimentos y vestimenta. El mundo necesita proteínas y energía y la región está llamada a ser una proveedora estratégica de estos insumos, concluyó el Ing Rodriguez.
El Dr. Ricardo Amorín, economista y periodista brasileño basó su disertación en la situación económica y política mundial. El Dr. Amorín comentó que a pesar de los problemas de educación, salud e infraestructura, junto a una pesada carga impositiva potenciada por la duplicidad de gastos que debe encarar la población, la región latinoamericana y en particular América del Sur, tuvo un crecimiento más acelerado que el promedio mundial en la última década.
Esto se fundamenta fundamentalmente en la irrupción de China dentro del concierto de la Organización Mundial de Comercio a partir del año 2001. Esto provocó un aumento importante en el precio de commodities alimenticios, energéticos y minerales cambiando la corriente de crecimiento para la región. Por otra parte los productos electro electrónicos bajaron de precio en términos reales unas 20 veces de precio, lo que provocó una caída en la inflación global y por lo tanto una fuerte baja en la tasa de interés. El Dr. Amorín comentó que las balanzas comerciales de Brasil y Argentina están balanceadas debido fundamentalmente a la balanza comercial del sector agropecuario de ambos países. En este contexto, comentó el economista, las perspectivas para el agro para los próximos años son excelentes, pero con una alta volatilidad de precios.
Como cumplir con los desafíos
Teniendo en claro cuales son los objetivos productivos para los próximos años, llegó el turno de los desafíos técnicos a cubrir de modo de hacer realidad los volúmenes de alimentos necesarios para cumplir con las expectativas que el mundo tiene depositadas en la región.
Primero que nada, el Ing. Gustavo Oliverio de la Fundación Producir Conservando disertó sobre la sustentabilidad ambiental, rentabilidad, calidad de vida de las zonas rurales y estrategias de desarrollo de un país. Oliverio comentó que en los últimos años, los países emergentes son los responsables de un aumento del 81% de la demanda de alimentos, pero si no se cuenta a India y a China, el aumento es del 53%, por lo que no deja de ser sumamente relevante. Esto está causado por un aumento fenomenal en la cantidad de habitantes del mundo que pasaron a integrar la clase media. Este sector de la sociedad se multiplicó por cuatro a nivel global, pasando de mil millones a cuatro mil millones en los últimos años.
Ante este desafío Sud América cumplió con las expectativas igualando la producción de alimentos de Norte América, presentando principalmente Brasil y Argentina aumentos anuales en la tasa de crecimiento del área sembrada del 2.65 y 2.18% por año.
Darle sustentabilidad a este crecimiento implica para nuestro país aumentar el área ocupada por cereales, que en este momento es del 26% del total del área agrícola y aumentar la reposición de nutrientes a valores sostenibles productiva y ecológicamente hablando.
Para llegar a una producción de 135 millones de toneladas, nuestro país necesita cambiar la secuencia de cultivos y llegar a la utilización de 9 millones de toneladas de fertilizantes desde las 3 millones que se utilizan hoy en día.
A su turno el Profesor Mark Loux de la Universidad Estatal de Ohio y el Ing. Fabián Gimenez de FMC basaron su disertación en los problemas que existen, tanto en Estados Unidos como en Argentina en el control de malezas difíciles, las que fueron ganando tolerancia y resistencia a la acción del herbicida glifosato. Un factor común de ambos países es la aparición de especies como Amaranthus Palmieri, especie sumamente agresiva y colonizadora que está presentando un gran desafío para su control en importantes zonas sojeras de ambos países.
Finalmente y como cierre de la jornada en cuanto a lo técnico, los Ingenieros Daniel Igarzabal, entomólogo de la Universidad Católica de Córdoba y el Ingeniero Marcelo Carmona, titular de la cátedra de Fitopatología de la FAUBA, disertaron sobre los paralelismos que existen en la forma de analizar plagas y enfermedades de los diferentes cultivos. Ambos profesionales fueron realizando un análisis conjunto del tipo de insectos y hongos que atacan desde el suelo, base del tallo y parte área de los cultivos y las consecuencias productivas de no tener en cuenta estos factores en lo referido a la productividad de cada hectárea sembrada y a los retornos referidos a las inversiones a llevar adelante en el uso de insecticidas y fungicidas.
Finalmente, el Club FMC realizó la última parte de su evento inaugural con una fuerte predisposición al armado de redes de colaboración entre los diferentes actores de la cadena de producción agrícola y sus familias, buscando entre otras cosas fortalecer los lazos sociales entre las diferentes personas que forman parte del sector.